_
_
_
_
EL FUTURO DE LAS UNIVERSIDADES MADRILEÑAS

La 'Complu' baja del 50%

La reordenación de la oferta y la demanda en las universidades madrileñas encuentra en este curso 1997-98 un detalle que puede parecer anecdótico, pero que no está no exento de cierta carga simbólica: la Universidad Complutense, la más grande de España y la segunda de toda Europa -después de la de Roma-, baja por primera vez del 50% en el volumen de plazas que oferta sobre el total de la región. Sus 23.222 plazas para el primer curso suponen el 47% de las ofrecidas en los centros públicos, frente al 50% exacto que alcanzó hace un año.Dos factores han propiciado que la vieja Complu se quede por debajo de esa frontera emblemática del 50%. Por un lado, la recién nacida Rey Juan Carlos aporta al mapa universitario de la región 300 nuevas plazas, con las que araña un 1% del total. Por otro, éste ha sido un curso de clara expansión para la Universidad de Alcalá, que puso a disposición de los alumnos 5.083 plazas, frente a las 4.232 que gestionó un año antes. Este incremento hace que Alcalá represente ahora el 11% de la oferta pública, en lugar del 9% del año 1996.

Más información
Psicología desbanca a Periodismo como tercera carrera más solicitada por los estudiantes

El peso de la Complutense seguirá descendiendo en años sucesivos, para alivio de su equipo de gobierno ("nosotros somos como tres veces la ciudad de Teruel", exclamaba hace poco uno de sus responsables para dar idea del tamaño de esta universidad). Su centro de estudios sociales Ramón Carande, radicado en los antiguos cuarteles de Vicálvaro -famosos en los libros de historia por el levantamiento de la Vicalvarada-, ha pasado a estar adscrito a la Rey Juan Carlos, lo que supone descongestionar la Complutense en más de 12.000 estudiantes. En la actualidad suma unos 120.000.

La UNED

Otro fenómeno interesante es el de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), que empieza a perder de forma muy apreciable alumnos matriculados en su primer curso. Si esta cifra ascendió a 13.470 de cara al curso 1996-97, doce meses más tarde se quedó en sólo 10.557 matriculados, lo que supone una caída de nuevo alumnado próxima al 30%.Los especialistas de la consejería de Educación y Cultura interpretan este hecho como un indicio halagüeño. La UNED, explican, se encontraba masificada porque muchos jóvenes que no lograban un hueco en las universidades "presenciales" y no disponían de dinero para las privadas se apuntaban a la de distancia.

"Nos encontrábamos así con que el alumnado de primer curso no era el típico de un centro a distancia. Había muchísima gente de entre 18 y 25 años, en lugar de los estudiantes típicos en este centro: gente mayor que compagina sus estudios con el trabajo", explican.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_