Hacienda compensará a quienes pierdan con la nueva deducción por vivienda habitual

La reforma del impuesto sobre la renta, cuyo borrador fue enviado ayer al Consejo Económico y Social, prevé compensar a aquellos que se hayan comprado una vivienda antes del 30 de abril de 1998 y salgan perjudicados con el nuevo sistema de deducciones. Otra de las novedades consiste en que se eleva desde los 1,2 millones de pesetas actuales hasta los 3,5 millones el límite a partir del cual es obligatorio presentar la declaración del impuesto si se trata de rentas del trabajo. Para las plusvalías, se elimina la actual exención de 200.000 pesetas, aunque mantienen su tipo de tributación fijo al 20%.

El nuevo, IRPF será aprobado por el Gobierno a finales de mes y entrará en vigor en enero de 1999 (declaración en junio del 2000).La compra de vivienda habitual dejará de tener una deducción en la base del IRPF como hasta ahora y toda se aplicará en la cuota. El cambio (ver cuadro) puede suponer que alguien salga perdiendo con el nuevo sistema. Por ello, el borrador de la ley que ayer se hizo público, establece la posibilidad de una compensación anual para aquellos que se hayan comprado la casa antes del 30 de abril de este año.

Ese dinero será devuelto por Hacienda dentro de los siete meses siguientes al momento en que finaliza el plazo para presentar la declaración. Las condiciones concretas de esa compensación aún no están determinadas ya que plantean serias dificultades técnicas. La próxima Ley de Presupuestos dará una respuesta al respecto.

Otra de las novedades del impuesto es que los contribuyentes con rentas del trabajo que no superen los 3,5 millones de pesetas de renta anual, quedarán liberados de presentar la declaración. Según los cálculos de Hacienda, unos cinco millones de declarantes dejarán de estar obligados a rellenar el impreso.

En el caso de que algunos de estos contribuyentes tengan derecho a devolución porque las retenciones que se le descuentan en la nómina cada mes superan la cuota a pagar, Hacienda les remitirá esa devolución de oficio. No obstante, la intención de Hacienda es aprobar el año que viene una tabla de retenciones sobre el trabajo "idéntica o similar a la cuota que luego hay que pagar", según dijo ayer el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa.

Las rentas del trabajo mantendrán su actual tributación mediante una escala progresiva (ver tarifa) y las plusvalías (diferencia entre el valor de compra y de venta de fondos de inversión, pisos, acciones, etcétera) también seguirán gravadas a un tipo fijo del 20%. La novedad en relación a este tipo de rentas es que no quedarán exoneradas de tribulación las plusvalías que resulten de trasmisiones inferiores a medio millón de pesetas.

Igualmente, se elimina la exención actual de las primeras 200.000 pesetas de plusvalía que beneficiaba a todos los valores patrimoniales, salvo a los fondos de inversión.

Advertencia de Rojo

Por otra parte, el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, ha advertido en su último informe sobre la inflación que sólo se debe rebajar el IRPF si al mismo tiempo se controlan los gastos sociales. El margen para recortar el gasto en los capítulos más flexibles, dice el informe, "se ha ido agotando".