El Consejo de Seguridad impone un embargo de armas a Yugoslavia con el apoyo de Rusia

, Catorce de los quince miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobaron anoche un embargo de armas contra la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) como medida de fuerza para poner término al conflicto en la provincia de Kosovo. Rusia, el principal aliado de los serbios, votó a favor de la sanción después de un leve retoque en el texto de la resolución, mientras que China registró la única abstención. El Grupo de Contacto, que supervisa la crisis en Kosovo, había solicitado repetidamente al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición del embargo al comprobar que la presión y los ultimatos de la comunidad internacional a Slobodan Milosevic no habían surtido ningún efecto hasta la fecha.

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, declaró en su intervención ante el Consejo que si Milosevic insiste en su presión sobre Kosovo, "se podrían necesitar medidas adicionales". Este embargo de la ONU, que entrará en vigor de manera inmediata, se añade a las sanciones dictadas por la Unión Europea. La ONU había suprimido todas las sanciones en 1996, impuestas contra Belgrado durante los cuatro años que duró la guerra de Bosnia-Herzegovina. El representante yugoslavo ante la ONU calificó de "inaceptable" la sanción.El embargo sobre Yugoslavia incluye a Kosovo y de hecho exige explícitamente que se ponga fin al "armamento y entrenamiento para actividades terroristas", en una clara referencia al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y otros grupos separatistas armados, y que Belgrado inicie un diálogo sin condiciones previas con los albaneses de esa provincia, que constituyen un 90% de la población. El nuevo Gobierno de Serbia, que se constituyó la semana pasada, hizo ayer un llamamiento a Ibrahim Rugova, el líder de los albaneses kosovares, y a otros representantes de este grupo étnico para entablar un diálogo el próximo día 7, según anunció la agencia Tanjug.

Párrafo omitido

La delegación rusa votó a favor de la medida sólo después de que en el texto de la resolución 1.160 se omitiera un párrafo en el que se afirmaba que el deterioro de la situación en Kosovo es una amenaza para la paz y la seguridad internacional. Rusia y China creen que el problema de Kosovo es de política interna y que por lo tanto debe resolverse a ese nivel.El embajador ruso manifestó que en la solución de la crisis había que reconocer que Kosovo es parte integral de Serbia, y que votaba a favor sólo porque entendía el embargo como una medida contra el derramamiento de sangre y el terrorismo, y no contra Belgrado específicamente.

Según el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, la imposición de un embargo procede sólo cuando existe ese peligro para la estabilidad internacional. El Consejo de Seguridad mantiene en su resolución una cita a este capítulo, pues ese peligro de contagio parece innegable, pero para agradar a Rusia también ha puesto una especie de plazo temporal al embargo, tras el cual podrá ser levantado si el secretario general de la ONU, Kofi Annan, estima que Milosevic responde como se espera.

El embajador de China dejó claro que considera contraproducente la intervención de la ONU en un conflicto local. El resto de la comunidad internacional afirma unánimemente que no está dispuesta a dejar que se repitan los acontecimientos de la guerra de Bosnia ni que la crisis se extienda en la región, posibilidad de la que ha advertido repetidamente el Grupo de Contacto.

Apoyo a González

El representante del Reino Unido reiteró el apoyo a la mediación de Felipe González y dijo que la resolución es un mensaje a Belgrado de que la represión en Kosovo no será tolerada y que los errores de pasividad del pasado no se repetirán. El embajador norteamericano Richardson pronunció casi esas mismas palabras y dijo antes de la votación que el embargo sería "duro" ya que muestra una importante unidad entre el Consejo de Seguridad y el Grupo de Contacto, así como entre EE UU y Rusia.La resolución también exige que se abra el paso sin ambigüedades a organizaciones de ayuda humanitaria, prevé el inicio de una investigación sobre crímenes de guerra en la zona y exige que se restablezca "un renovado estatuto para Kosovo que incluya un grado sustancialmente mayor de autonomía y administración independiente real".