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Graves disturbios en Cisjordania en el aniversario del Día de la Tierra

El Día de la Tierra se convirtió ayer en una jornada de duelo. La movilización pacífica que árabes-israelíes y palestinos protagonizan conjuntamente desde 1976 para reclamar la devolución de las tierras confiscadas por los judíos derivó en esta oca sión en graves disturbios en varias localidades de Cisjordania, que se saldaron con más de una veintena de heridos. El dolor de la jornada se vio agravado por el anuncio de la muerte del ex alcalde de Belén Elías Freij, de 81 años, uno de los ideólogos del proceso de paz.

Los incidentes más importantes se registraron en Ramala, Hebrón y Belén, donde centenares de muchachos se lanzaron a la calle, a pesar de la lluvia, y se enfrentaron con los soldados israelíes, a quienes estuvieron toda la mañana acosando con piedras. El intercambio de disparos y todo tipo de proyectiles fue especialmente enconado en los alrededores de la Tumba de Raquel, a las puertas de Belén, un lugar custodiado por el Ejército de Israel, escenario de permanentes incidentes, donde seis jóvenes y un jefe de la policía palestina resultaron gravemente heridos por las balas de goma.La movilización adquirió un tinte especial en el desierto del Neguev. Centenares de beduinos protestaron por la pérdida de las tierras públicas y semipúblicas en las que suelen apacentar sus rebaños, y que han sido confisca das recientemente por la Administración israelí en favor de organismos e instituciones judías. La mayoría de comercios árabes de Israel, especialmente los de la ciudad antigua de Jerusalén, se sumaron a la protesta y estuvieron cerrados, obedeciendo así a una convocatoria de huelga general pacífica decretada por las organizaciones árabes-israelíes y la Autoridad Nacional Palestina con ocasión del Día de la Tierra, que conmemora la muerte, hace 22 años, de seis árabes-israelíes a manos de guardias fronterizos de Israel.

A media mañana, mientras, legaba a Belén el cuerpo de Elias Freij, ex alcalde de la ciudad durante más de 25 años, ministro de Turismo en los tres últimos, que falleció el pasado domingo en un hospital de Ammán. Freij, de religión católica, convertido en un símbolo y en un amigo para decenas de alcaldes occidentales, fue uno de los primeros líderes palestinos que propugnó el diálogo con Israel.

La muerte de Freij y los disturbios fueron el contrapunto de otra jornada estéril para Dennis Ross, el mediador de la Casa Blanca para Oriente Próximo, quien desde hace seis días se encuentra en la región tratando de impulsar el proceso de paz. Ross se entrevistó ayer por la mañana, en un balneario del sur del Sinaí, con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien pidió su ayuda para que convenciera a Arafat para aceptar la propuesta norteamericana sobre Cisjordania. Después regresó a Jerusalén para celebrar su última entrevista, la cuarta, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Ross, que viajó anoche a su país, confesó antes de partir su pesimismo por la falta de progresos.

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