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Murdoch canceló la compra de Mediaset por la oposición de Prodi

Las objeciones del primer ministro italiano le fueron transmitidas por Tony Blair

Isabel Ferrer

Rupert Murdoch, el magnate de la comunicación, sí tiene acceso, sí tiene acceso directo al primer ministro británico, Tony Blair. Pidió ayuda a este último para sondear la actitud del presidente del Gobierno italiano, Romano Prodi, respecto a su proyecto de comprar el 50,6% de las acciones de Mediaset, en poder de Silvio Berlusconi, y renunció a esa operación cuando Blair le contestó que Prodi prefería un comprador italiano y que sólo si esto no fuera posible aceptaría la posibilidad de que la adquisición fuera efectuada por una compañía europea como BskyB, controlada por Murdoch en un 40%.

The Times, uno de los rotativos londinenses propiedad de Murdoch, publicó ayer detalles sobre la ayuda pedida por el empresario al político antes de retirarse de una ambiciosa operación: adquirir el 50,6% de Mediaset, el porcentaje de acciones del conglomerado televisivo italiano que controla Silvio Berlusconi a través del Grupo Fininvest. El líder laborista habló con su homólogo Romano Prodi y devolvió luego la llamada a Murdoch. La posibilidad de provocar un roce político paralizó el trato.Murdoch "usó información obtenida directamente de Tony Blair para tomar una decisión sobre si haría una oferta para controlar el grupo televisivo de Silvio Berlusconi en Italia". Así iniciaba The Times una información a tres columnas de su primera página, en la que contaba también que "a pesar de algunas declaraciones ambiguas procedentes de los portavoces de Downing Street a lo largo de los últimos días, está claro ahora que Murdoch llamó al primer ministro [Blair], la pasada semana, para saber si podría averiguar la reacción política que desencadenaría su oferta [la de comprar la participación de Berlusconi en Mediaset]. "A los dos días", continuaba la información, "Blair devolvió la llamada a Murdoch para decirle que Romano Prodi, el primer ministro italiano, le había especificado que prefería un comprador italiano. En caso de no encontrarlo, sería aceptable la oferta de una compañía europea como BskyB", la empresa británica de televisión por satélite. News Corporation, el grupo de Murdoch, controla el 40%,de BskyB a través de su subsidiaria News International. La empresa es considerada británica por Downing Street.

Un billón de pesetas

El mensaje de Blair convenció a Murdoch de que lo mejor era no aumentar su oferta inicial de 8.000 liras por acción. Berlusconi esperaba por lo menos 10.000 liras y, aunque el desacuerdo en el precio rompió el trato, una posible reacción política adversa enfrió en realidad la negociación.El total de la operación de compraventa estaba valorado en 4.000 millones de libras (aproximadamente, un billón de pesetas), según cifras aportadas por Financial Times.

Lo que Murdoch quería averiguar era la acogida que tendría en Italia la oferta hecha por un empresario extranjero para hacerse con las tres cadenas de televisión de Berlusconi. Rupert Murdoch, empresario de origen australiano nacionalizado estadounidense, ha preferido no comentar su relación con el laborismo. De todos modos, califica su pregunta a Tony Blair de "solicitud inocente que haría cualquier firma británica necesitada de ayuda gubernamental para invertir en Europa". Portavoces oficiales han recordado que ambos políticos, los primeros ministros del Reino Unido y de Italia, hablan con regularidad de asuntos relativos a la Unión Europea. Blair considera además su deber apoyar a las compañías británicas.

Preguntado sobre el particular durante su reciente visita a París, el primer ministro británico subrayó que trata a Murdoch igual que al resto de empresarios con intereses en el Reino Unido. El propio The Times ha recordado que dos de los diarios británicos del magnate, The Sun y The News of the World, apoyaron al laborismo con ardor durante la campaña electoral. Antes habían hecho lo propio con los conservadores durante años. El ala más izquierdista critica a Blair por cercarse demasiado a Murdoch.

El derecho de Blair

Por su parte, Downing Street defendió ayer el derecho del primer ministro a sostener conversaciones privadas con empresarios. Los portavoces de Blair negaron que hubiera habido alguna maniobra inapropiada. Un parlamentario conservador, Tim Collins, ha pedido que el primer ministro se explique en la Cámara de los Comunes, por medio de una carta en la que le pide que ofrezca detalles sobre la conversación.[Fedele Confaloniere, presidente de Mediaset y hombre próximo a Berlusconi, ha hecho unas declaraciones a la revista italiana Panorama en las que aporta una explicación un tanto distinta a la dada por Berlusconi en su momento -"razones sentimentales"- para no vender su participación en Mediaset. Reconoce la existencia de la llamada de Blair a Prodi y dice que tenía por objeto tranquilizarle en el sentido de que Murdoch no iba a representar una amenaza para el Olivo, la coalición gobernante en Italia. También atribuye cierto papel a dos de los hijos de Silvio Berlusconi, Marina y Pier Silvio, en la tarea de convencer a su padre de que no era conveniente vender su imperio televisivo a Murdoch].

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