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Le Pen: "Chirac llama a la violencia contra los patriotas"

Arrojado nuevamente a las tinieblas interiores por el peso de las acusaciones de "racista y xenófobo" vertidas el lunes por el presidente de la República, Jacques Chirac, el líder del Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, retiró ayer la política de mano tendida practicada con tanto-éxito en los pactos regionales para volver resueltamente por sus fueros. "Los insultos de Chirac contra los patriotas constituyen una llamada a la violencia de la que deberá asumir la responsabilidad", advirtió Le Pen desde su despacho en el refinado barrio parisiense de Saint-Cloud."Chirac ha jugado al todo o nada y los franceses harán que el resultado sea nada", sentenció Le Pen, tras afirmar que el presidente de la República ha actuado como 'jefe del clan" de 'la banda de los cuatro", la manida expresión con la que el FN designa a los partidos republicanos franceses de derecha e izquierda: RPR, UDF, PS y PCF. Significativamente, el líder del FN echó mano de su particular repertorio con alusiones a maniobras y pactos que unirían los intereses de la izquierda y la derecha en misteriosos contubernios. Así, aludió a "ese poder secreto que doblega como espaguetis calientes a los hombres políticos".

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Despechado por el fracaso de su ambicioso intento de erigirse en presidente de la Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA), furioso con las palabras de Chirac que vuelven a trazar el cordón sanitario en torno a su partido, Le Pen arremetió igualmente contra aquellos presidentes regionales de la derecha que después de haber alcanzado sus cargos con los votos del FN se han revuelto contra sus antiguos benefactores. Es el caso del residente de Ródano-Alpes y antiguo ministro de Defensa Charles Millon, blanco preferido estos días de la oleada de descalificaciones contra los notables colaboracionistas.

Abrumado por las críticas que reclaman su dimisión, Millon trató de deshacerse del lastre de su alianza con el FN definiendo a Le Pen como "un fanático, un fascista de los años 20". Ayer, Bruno GolInisch, lugarteniente del líder del FN, le amenazó directamente a que aclare con urgencia su posición. "Si [Millon] persiste en hacerse perdonar y en negar, contra la evidencia y la verdad, que no ha pasado nada entre nosotros, lo que debe hacer", indicó Gollnisch, "es volver a someter a votación su cargo de presidente de la región". El consejo de administración del Museo de lzieu, creado en memoria de los niños judíos detenidos por la Gestapo muertos en campos de concentración, comunicó ayer que es- udiará la expulsión de Millon, a que considera que la alianza con el FN es incompatible con a pertenencia a ese consejo.

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