Almunia y Ribó plantean un pacto de la izquierda sobre el empleo

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y el presidente de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, propondrán celebrar un encuentro de todos los partidos de izquierdas y los sindicatos para concertar su acción en la promoción de empleo.Este fue el principal acuerdo a que llegaron ambos dirigentes en una entrevista celebrada ayer en la sede del PSOE. Ribó explicó al término de la reunión que también se propusieron buscar formas de actuación común para que la reforma del IRPF que prepara el Gobierno no perjudique a las rentas bajas y medias.

La de ayer era la primera entrevista entre Almunia y Ribó desde que el primero accedió a la secretaría general del PSOE. Duró cerca de dos horas y demostró que existe una notable sintonía entre ambas fuerzas. No obstante, Ribó se preocupó de precisar que la voluntad de unir esfuerzos de la oposición de izquierdas no debe traducirse en la presentación de candidaturas conjuntas en las elecciones.

La mejor manera de que cada partido contribuya al éxito de la izquierda, añadió, es elevar su propio techo electoral sin dañar a otras fuerzas de izquierdas. La idea de Ribó es que el crecimiento electoral debe venir de las filas de los abstencionistas.

En la actual situación política eso sólo se conseguirá, según Ribó, elevando el tono en la denuncia de las "políticas conservadoras del Gobierno de Aznar y sus aliados de Convergencia i Unió (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CQ". Para dar ejemplo, Ribó calificó de "ignominioso" el apoyo prestado por CIU al PP en el Congreso de los Diputados para evitar que el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, explique a la Cámara sus supuestos compromisos con el ex policía José Amedo.

Ribó criticó también al líder del PNV, Xabier Arzalluz, por haber dicho que el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo son un peligro para Euskadi. Además de señalar que como demócrata no podía aceptar esta afirmación, Ribó criticó también la "ambigüedad calculada" de Arzalluz respecto a ETA.