Tiempos difíciles

Una caricatura del editor realizada por Eduardo Arroyo ilustraba la postal en la que se convocaba al homenaje. Antonio Escohotado y Lourdes Ortiz fueron los primeros escritores en llegar, pero hubo otros que mandaron su adhesión como Alfredo Bryce Echenique, José Manuel Caballero Bonal, José María Merino, Soledad Puértolas, José Luis Sampedro y Augusto Monterroso.Su colega, rival y cómplice, el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que ejerció como ponente junto a Jaime Salinas, Vicente Molina y Rosa Regás, dijo de él que pertenece a la raza de los editores independientes, "una característica difícil de encajar en el seno de las grandes editoriales", aseguró ante un centenar de personas.

Herralde constató que se viven tiempos difíciles para el sector -"los hombres de la mercadotecnia han desplazado a los hombres de la cultura"- y Beatriz de Moura, que no pudo acudir al acto, envió un texto en el que declaraba la edición como un vicio con momentos de placer y de castigo. "El horno en que se cuecen los libros no está para bollos", señaló la editora.

Acabó el acto Muchnik, quien predijo un futuro sin libreros, con pocos editores y algún que otro agente literario.