"El desarrollo económico hace más fácil la incorporación de la mujer a la ciencia"
Mary L. Good ha dedicado muchos años de su vida profesional a evaluar las tendencias de investigación y tecnología en su país, EE UU, primero en la empresa privada y luego en la Administración, donde desempeñó cargos de gestión en varios departamentos e institutos. Ahora tiene 66 años y se ha jubilado. Pero esta química sigue trabajando, en la empresa Venture Capital Investors, ocupándose de la identificación y transferencia de tecnologías. Su larga experiencia le ha dado un gran conocimiento sobre el papel de la mujer en la ciencia y participó como experta en el seminario que abordó esta cuestión en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrada el mes pasado en Filadelfia.Pregunta: Usted destaca el significativo aumento del número de mujeres en ciencia registrado en las últimas décadas y se muestra optimista ante el futuro. ¿Por qué?
Respuesta: Sin duda la situación es mucho mejor ahora que jamás en el pasado. Esto no significa que no se pueda mejorar, tanto en el número de mujeres en ciencia como en su presencia en los niveles deseados. Pero soy optimista porque estamos en un punto en el que el sistema económico va a necesitar tantas personas en ciencia y tecnología que nadie se fijará en si contrata a hombres o mujeres, con tal de que sean buenos, y se minimizarán las cuestiones de discriminación. Esta tendencia se observa tanto en EE UU como en Europa. Depende de que continúe el desarrollo económico que utiliza todos los talentos disponibles. En una recesión, resurgen los problemas.
P. ¿Es similar la presencia de las mujeres en todas las áreas?
R. No. Por ejemplo en física el número de mujeres sigue siendo bajo, muy inferior al correspondiente en química. Es un caso curioso, porque en física una mujer con un doctorado y un trabajo destacado es relativamente bien aceptada, pero la presencia de las mujeres en los niveles altos es escasa.
P. En biología se ha producido un notable aumento.
R. Sí, hoy hay muchas oportunidades en todos los campos relacionados con la medicina y entran muchas mujeres, pero gran parte son químicas trabajando en temas biológicos o bioquímicos. Y en ingeniería aumenta la presencia femenina, pero de nuevo se encuentra el peso de la ingeniería química. En química el número de mujeres ha sido tradicionalmente más alto que en otras áreas. Sólo ha habido una decena de mujeres galardonadas con el Premio Nobel en las disciplinas científicas, frente a 300 hombres, y de esas 10, cinco han sido premiadas por trabajos en química o bioquímica.
P. ¿Y en cuanto a los puestos de responsabilidad?
R. La situación de hombres y mujeres no es en absoluto equiparable ni en los laboratorios ni en las instituciones académicas. Pero hay que tener en cuenta que hace 25 años la presencia de las mujeres en ciencia era muy reducida y que el acceso a los puestos altos lleva tiempo, por lo que no cabe esperar ahora que haya muchas en la cúspide. Pero se aprecia una evolución esperanzadora. También en el sector privado cambian las cosas y cada vez hay más mujeres ocupando posiciones de líderazgo.
P. ¿Qué limita el acceso de la mujer al sistema de ciencia?
R. Hay varias razones. Por ejemplo, este tipo de trabajos son enormemente consumidores de tiempo, con jornadas laborales larguísimas y de tensión permanente.
P. ¿Quiere decir que las mujeres evitan esos puestos?
R. Hay personas que no quieren asumir tales compromisos y no hay nada malo en ello, en desarrollar la carrera en el laboratorio sin ocupar puestos de mayor responsabilidad. Lo que me gustaría es tener un sistema en que tanto unos como otras puedan elegir qué carrera quieren hacer. Pero es cierto que hay problemas culturales. Yo he visto cómo mujeres capaces rechazaban los niveles altos en muchos casos por falta de confianza en sí mismas. Los hombres suelen tener más seguridad.
P. ¿Son aceptadas las mujeres en los laboratorios en igualdad de condiciones? R. Sucede una cosa curiosa: tenemos científicos con cargos de decisión clave que tienen hijas, que se han gastado mucho dinero en su educación, que saben que son buenas científicas y se encuentran con que ellas les dicen: "No progreso en mi carrera porque esos tíos no me dejan". Esto provoca un cambio de actitud. P. ¿Puede tener un efecto beneficioso la discriminación positiva a favor de las mujeres?
R. Creo que es un mecanismo efectivo en general, pero no en ciencia, donde lo que cuenta es el éxito en el trabajo independientemente de si lo hace un hombre o una mujer. Meter a gente en ciencia por motivos incorrectos no ayuda nada. En todo caso puede ser útil para empujar a las jóvenes hacia la carrera científica.
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