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Suharto planta cara al FMI con un Gobierno en el que coloca a su hija y a un viejo amigo

El presidente Suharto anunció ayer la formación del nuevo Gobierno de Indonesia en el que ha hecho a su hija mayor, Siti Hardiyanti Rukmana, Tutut, ministra de Asuntos Sociales, y titular de Comercio a su viejo amigo y burlador del Fondo Monetario Internacional (FMI) Mohamed Bob Hasan, primer miembro de la acosada minoría china que entra en un Ejecutivo en la historia de Indonesia.

ENVIADO ESPECIAL

La presencia de un familiar y de un colaborador de las características de Hasan en el Gabinete parece indicar que Suharto está dispuesto a plantar cara al FMI, que le exige cambios estructurales drásticos a cambio de una ayuda masiva. El presidente se ha estado resistiendo a estas medidas y la composición del nuevo Gabinete es interpretada como un desafío. "Es un desastre", fue lo primero que comentó una fuente diplomática al conocer la composición del nuevo Gobierno.Indonesia atraviesa la peor crisis económica de los últimos 30 años y se teme que el malestar popular acabe provocando una crisis política, mucho más peligrosa en un país tan grande -con 200 millones de habitantes es el cuarto más poblado del mundo, tras China, India y Estados Unidos- y tan estratégicamente situado en el sureste asiático. El FMI lleva desde enero intentando que el presidente Suharto cumpla su compromiso de aceptar medidas de rigor para estabilizar la situación. La rupia ha perdido un 75% de su valor con respecto al dólar y el país apenas tiene 10.000 millones de dólares (1,5 billones de pesetas) de reservas útiles para hacer frente a una deuda estimada en torno a los 140.000 millones de dólares. Las importaciones se han detenido en seco y la mayoría de las empresas están técnicamente en quiebra. Millones de personas han ido al paro. El FMI está dispuesto a liberar 43.000 millones de dólares a cambio de que Suharto emprenda un programa de rigor para ajustar el sistema financiero, modificar la política fiscal y acabar con los monopolios, de los que su familia y amigos son los grandes beneficiarios.

La presencia de Tutut revela que el presidente está dispuesto a avanzar por la vía del nepotismo. La de Hasan, el rey de la madera de Indonesia, "no va a alentar al FMI a alcanzar un acuerdo con Indonesia", según predice el economista Umar Juoro. A Hasan, amigo de Suharto desde los años cincuenta, la revista Forbes le atribuye una fortuna de 3.000 millones de dólares. La coordinación de la política económica va a estar en manos de un antiguo general del Aire -ministro de Planificación en el Gabinete saliente, cartera que conserva- que hace una semana declaraba en los periódicos: "Aceptamos que el FMI y el Banco Mundial ayuden a Indonesia. Pero estaremos mejor sin ellos si lo que pretenden es imponernos su voluntad y humillarnos".

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