El PP coloca en la Diputación de Ourense a más de 60 familiares o cargos del partido

Las dos nueras del presidente, los tres hijos del secretario, primas y sobrinos de dirigentes del PP y hasta 30 concejales populares de la provincia. La Diputación de Ourense, presidida por José Luis Baltar, uno de los más destacados barones del PP gallego, proporciona empleo, como funcionarias o contratadas, a más de 60 personas vinculadas a este partido entre cargos públicos y familiares directos. El PSOE y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) vienen denunciando desde hace años la política de personal de la institución que también recibió en su día una severa reprimenda del Consello de Contas, el tribunal de cuentas autonómico.

A Baltar, el presidente del PP de Ourense, no se le puede negar la preocupación por su gente. Al llegar a la Diputación, en 1990, pasó de ser alcalde de un pueblo de menos de 4.000 habitantes a ser uno de los pocos dirigentes populares capaces de plantear exigencias a Manuel Fraga. La maquinaria administrativa de su institución es para él una mina inagotable para buscarse apoyos y cimentar su ascensión.Baltar ha conseguido incluso que le erijan un busto en la plaza principal de Os Blancos. Su regidor, José Antonio Rodríguez Ferreiro, fue militante del PSOE, pero le convencieron, se cambió de bando y entró a trabajar para la Diputación, que le tuvo en nómina hasta hace unos meses. El suyo no es, desde luego, un caso aislado. A partir de los listados de personal, el PSOE ha elaborado una relación de 30 ediles del PP, de casi un tercio de los municipios orensanos, que trabajan para el organismo, desde funcionarios administrativos a contratados en las brigadas de vías y obras o en las agencias de desarrollo.

La mayor fortuna le ha sonreído a Baños de Molgas: cuatro de los cinco concejales del PP están en la Diputación. De Vilamarín, Cartelle, Porqueira y Leiro hay dos, en cada caso, y de Nogueira de Ramuín, el pueblo de Baltar, uno que aún pertenece a la corporación y otro que la abandonó en 1996. También están registrados otros de Teixeira, Piñor de Cea, Castro Caldelas, Verea, Rubiá, Sarreaus, San Cristobo de Cea, Baltar, lrixo, Cualedro, Bande, San Amaro, Pereiro de Aguiar y Coles.

Cuando se explora en las relaciones familiares, la lista supera la treintena. Hay alcaldes, como los de Cortegada y Esgos, con dos hijas colocadas, y multitud de hermanos o sobrinos de ediles, según han comprobado el PSOE y el BNG. Es el caso de Ventura Sierra, el de Vilariño de Conso, otro ejemplo de transfuguismo del PSOE al PP. Tras esa maniobra, su hijo fue acogido en la Diputación.

La influencia política de Baltar ha aupado a delegado provincial de la consejería de Agricultura a su hijo José Manuel -al poco de tomar posesión, declaró que haría lo que le "mandase" su padre- y la esposa de éste también está en la institución como técnico en política cultural y acaba de conseguir una plaza en propiedad tras aprobar la correspondiente oposición. Otra nuera del presidente trabaja en el Inorde, un organismo autónomo sufragado por la Administración provincial.

El secretario de la Diputación, Benito González, puede hacer un concilio familiar sin salir del edificio: en él trabajan sus tres hijos, uno como asesor jurídico y dos en el servicio de recaudación. El tesorero tiene a una hija y un yerno. Otro que ha dejado huella es el antiguo vicepresidente, lsaac Vila, alcalde de Xinzo de Limia hasta que hace unas semanas la Justicia le inhabilitó por contratar compras con una empresa suya por 40 millones. Vila tiene un sobrino en la Diputación, una hija en el hospital provincial y a su esposa en el Inorde, según el BNG. En el organismo de Baltar ha tenido acomodo asimismo un vástago del diputado Jesús Barrios.

El caso del hospital ya fue denunciado por un colectivo de médicos. Cuando pertenecía a la Diputación, se otorgaron plazas de especialístas a facultativos sin la titulación requerida. Entre los beneficiados se hallaban la hija de Vila; el vicepresidente de la Diputación, Santiago Camba -en su día, dimitió de un cargo en la Xunta tras publicarse que había otorgado un contrato a su esposa-, y el delegado en Ourense de la consejería de Sanidad, Armando González.

Otro delegado de la Xunta, el responsable de Cultura, Felipe Ferreiro, aprobó recientemente unas oposiciones a la Diputación y de inmediato pidió la excedencia para no tener que dimitir de su cargo. Aún están sin dictaminar las pruebas para cubrir cuatro plazas de técnicos de la Administración local en las que, de momento, llevan la delantera un hijo del presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, y otro de José Luis Suárez, diputado de Ourense e igualmente alcalde de Monterrei. La Diputación orensana tiene unos 600 empleados, 275 con contratos eventuales. Su política de personal ya fue censurada por el Consello de Contas en 1993. El tribunal advirtió un cúmulo de irregularidades; entre ellas, que se hacían contratos por decretos de la Presidencia sin mediar oferta pública y otorgando los puestos a personas sin la titulación requerida. A raíz de este informe y de las continuas protestas del PSOE y el BNG, la Diputación accedió a convocar más concursos. Pero ahora resulta que también aprueban los familiares de los miembros del PP.

Fraga ha ofrecido una explicación al enigma: "Los hijos de padres preparados y prominentes salen con más posibilidades".