Bruselas mantendrá el Fondo de Cohesión para España, pero con más condiciones y más control
La Comisión Europea está decidida a mantener el Fondo de Cohesión, en el paquete financiero 2000-2006, para España. y los otros tres países beneficiarios aunque entren en el euro. A cambio, endurece algunas condiciones y controles: retirará las subvenciones a la primera sospecha de que incurren en déficit excesivo incumpliendo el Pacto de Estabilidad. Así se recoge en el proyecto del nuevo reglamento, al que ha accedido EL PAÍS. El reglamento hace oídos sordos a quienes querían abolir este fondo para los países de la cohesión (España, Irlanda, Portugal y Grecia) que accediesen al euro.
El reglamento confirma y desarrolla, así, la Agenda 2. 000, al recordar que la "convergencia nominal" o macroeconómica que permite auparse a la moneda única no implica automáticamente la "convergencia real", o acercamiento de los niveles reales de renta.A los países pobres les seguirá siendo más duro reducir su déficít, por lo que se pretende continuar con este fondo subvencionador de las redes de transportey medio ambiente. Sin él, se correría el riesgo de yugularles lacapacidad de inversión pública, dada la austeridad presupuestaría.
El Fondo de Cohesión no es la parte del león del conjunto de los estructurales. Pero es muy sustancial: España recibe anualmente de él unos 200.000 millones de pesetas (ver gráfico), por unos 800.000 millones del resto para el período comprendido entre el año 2000 y el 2.006, el Fondo se dotará con 20.300 millones de euros (alrededor de 3,3 billones de pesetas), de los que España recibirá entre el 52% y el 58%, un mínimo de 1,7 billones de pesetas en todo el período, un cuarto de billón anual.
"La introducción de la moneda única no modificará" las diferencias de renta, sostiene el borrador, que la Comisión discutia y aprobará el próximo día 18.
Es decir, los cuatro países de la cohesión seguirán exhibiendo en Producto Interior Bruto (PIB) inferior al 90% de la media comunitaria en el año 2000. Se prevé que Irlanda lo supere al poco tiempo, por lo que se revisará su continuidad a medio período, en el año 2003. Pero "nada justifica desestabilizar" un "instrumento que funciona muy satisfactoriamente", defiende.
A cambio de satisfacer con esta continuidad las aspiraciones de los países del Sur, se endurece alguno de sus aspectos. El más decisivo es que los beneficiarios que accedan al euro lo perderán instantáneamente si incumplen el Pacto de Estabilidad incurriendo en un déficit excesivo,superior al 3% del PIB fijado enel Tratado de Maastricht.
Doble castigo
De esta forma, a las multas delpropio Pacto (hasta medio punto del PIB), que hoy totalizarían unos 400.000 millones de pesetas en el caso español, se les añadiría la sanción de cerrar el grifo del Fondo (unos 250.000 millones.Total del doble castigo: 650.000 millones de pesetas.España ha anunciado su oposición a condicionar el fondo al cumplimiento del pacto. Argumenta que tal vinculación "carece de base jurídica". Pero la Comisión que preside Jacques Santer, cree que es el precio a pagar para evitar que los Gobiernos críticos del Fondo -con Alemania y su ministro de Finanzas, Theo Waigel, a la cabeza- logren hundirlo.
Y dentro del propio ejecutivo comunitario, su defensa salió adelante acogiéndose a que los programas de estabilidad de la era del euro son la continuación de los programas de convergencia de la actual fase previa. No le faltan, pues, razones.
Así, el reglamento sostiene que el Fondo "debe integrar los objetivos del Pacto de estabilidad". Pero su aplicación para la retirada del dinero del Fondo sería mucho más dura aún que para imponer las multas. Antes de imponerse éstas, transcurre un período de tiempo cercano a un ano, que empieza con una señal de alerta de la Comisión, observaciones del Consejo, alegaciones... Pues bien, para la retirada del Fondo se es mucho más duro, lo que parece menos justificado. Se propone aplicar la guillotina enseguida, en cuanto haya indicios de que el déficit pueda desviarse peligrosamente.
Mecanismo de alerta
Como dice el texto, habría que "intervenir desde la puesta en practica del mecanismo de alerta", esto es, al principio y no al final del proceso. ¿Cómo se justifica esa prisa y extrema dureza? Porque "la reaparición de un déficit excesivo constituiría un hecho grave" por lo que "la Comisión considera inoportuno [tener que] esperar a la constatación de tal reaparición para suspender la financiación".El nuevo artículo 6 del reglamento precisa que "ningún nuevo proyecto" de los subvencionados "será financiado" desde el mismo momento en que "la Comisión adopte una recomendación" para evitar el déficit, aunque no sea comprobado, sino sólo previsible.
Y añade el texto que el Estado beneficiario podrá reengancharse al fondo no desde que dicte medidas para reducir el déficit, sino "desde que la Comisión constate" que "ha adoptado medidas seguidas de efectos" correctores.
La Comisión Europea castigará en dos supuestos, parecidos pero distintos. Uno, en caso de"déficit excesivo" a rajatabla, esdecir, cuando el Estado miembro sobrepase el techo máximo del 3%. Otro, cuando las desviaciones "respecto del objetivo presupuestario a medio plazo o de la senda de ajuste necesaria para lograrlo persistan o se agraven",como indica el Pacto de Estabilidad.
Es decir, cuando se incumplan los objetivos intermedios en el camino, no ya del 3%, sino del equilibrio presupuestario.
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