Ecologistas, vecinos, IU y PSOE alegan contra el macrovertedero de 'los Albertos'

Las principales asociaciones ecologistas de Madrid (Aedenat y Amigos de la Tierra), la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos y la izquierda municipal (IU y PSOE) han presentado alegaciones al proyecto de macrovertedero que la empresa Vertresa (propiedad de los financieros Alberto Cortina y Alberto Alcocer, conocidos como los AIbertos) presentó hace varios meses en la Consejería de Medio Ambiente. Este departamento autonómico deberá estudiar ahora todas las alegaciones y decidir si exige a la empresa medidas correctoras respecto al plan original.

El nuevo vertedero, situado junto al actual depósito de Valdemingómez, almacenará durante los próximos 25 años las basuras de la capital que no sean quemadas en la incineradora. El proyecto de Vertresa incluye una planta de tratamiento de residuos para separar los restos orgánicos de los inorgánicos, siete depósitos de basura y un pequeño horno para incinerar animales muertos. El PSOE considera que esta solución es "antiecológica y contaminante", y propone una alternativa: "Un sistema de eliminación de animales muertos por cal viva".Los Albertos cobrarán al Ayuntamiento más de 2.000 millones de pesetas al año por tratar la basura en la nueva instalación, que pretenden inaugurar 11 meses después de recibir el permiso definitivo para iniciar las obras. La mayoría de las alegaciones registradas en la Consejería de Medio Ambiente denuncia la desacertada localización del nuevo vertedero, situado dentro de los límites del parque regional del Sureste.

Adriano García Loygorri, concejal de Medio Ambiente, recuerda que antes de resolver el concurso de las basuras pidió un informe jurídico a la Comunidad para conocer si era legal la localización propuesta para el nuevo vertedero. "Ese informe resultó positivo y no encontró ningún impedimento dentro de la ley de creación del parque al emplazamiento elegido".

El grupo municipal socialista entiende que la localización del vertedero vulnera la ley del parque. "Tan sólo admite la ampliación del vertedero existente, pero en ningún caso la construcción de un depósito nuevo", señalan los socialistas.

IU presentó el viernes sus alegaciones contra la localización propuesta y la inexistencia del proyecto de escombrera, un complemento al vertedero que los Albertos propusieron como mejora y que les permitió ganar el concurso pese a las denuncias presentadas por Waste Management, la empresa que pugnaba por hacerse con el contrato y que entendió que esa mejora era ilegal.

Toda la basura, al sur

"Todos los equipamientos sucios van al sur", se queja Nicasia de la Cruz, edil de IU, "incluyendo una escombrera que no aparece en los planos que ha presentado Vertresa a Medio Ambiente".Las asociaciones ecologistas han expuesto en sus alegaciones las "dudas" que existen respecto a la calidad de los materiales con los que se van a hacer los minivertederos para evitar que haya filtraciones a los acuíferos que pasan por debajo. "Queremos que se establezcan pruebas periódicas de estanquidad y resistencia de las láminas, así como ensayos de permeabilidad y compactación de las capas de arcilla que no están previstos en el proyecto del nuevo vertedero", explica Carlos Martínez, de Aedenat. Martínez también hace un reproche social al emplazamiento del vertedero: "Todas las instalaciones ambientalmente problemáticas van a la zona sur. Hay que repartir más", señala.

La asociación de vecinos La Colmena, de Vallecas Villa, coincide con esta opinión y también ha presentado alegaciones. Chelo García, su portavoz, considera que el depósito de basuras que se va a construir en Valdemingómez constituirá un "nuevo foco de contaminación" para el barrio. "Es un agravio comparativo que toda la basura de Madrid se arroje en el sur. Llevamos así 20 años. ¿Qué pasa? Se podrían buscar otros emplazamientos, porque la basura es de todos", señala García. La portavoz vecinal recuerda que el vertedero se levantará muy cerca del nuevo Vallecas, un barrio con más de 20.000 viviendas en el que vivirán 60.000 personas. El PSOE denuncia que la distancia entre el nuevo basurero y las viviendas será inferior a 1.000 metros.

El edil de Medio Ambiente replica: "Si la distancia mínima que establecen las normas es de 2.000 metros entre las casas y el vertedero, puedo asegurar que el proyecto cumple la norma".