Europa prepara su exploración del satélite
Los científicos europeos, la industria, y la Agencia Europea del Espacio (ESA) están poniendo a punto un programa de exploración lunar con robots que, si recibe luz verde en los próximos meses, como se espera, se concretará en un primer módulo de reconocimiento orbital en el año 2000 y un módulo de descenso en 2001. La región elegida para esta empresa es el polo sur lunar, cuyo interés se ha disparado ahora con la confirmación de la existencia de agua helada allí.
El módulo de descenso europeo, Euromoon, se dirigiría a un lugar concreto denominado Peak of Eternal Light, situado en la cresta del cráter Shackleton, de 20 kilómetros de diámetro y tres de profundidad. El sitio es muy apropiado, explicó ayer la ESA, para un puesto de avanzadilla en la exploración, ya que recibe luz solar casi permanentemente -por lo que los equipos podrán abastecerse con energía solar en lugar de baterías o generadores nucleares- Pero, además, esa es una de las áreas lunares en las que se dan las condicones de permanente sombra que, según el hallazgo de Lunar Prospector, conservan agua helada.
Desde el 2000
Jóvenes científicos e ingenieros europeos están trabajando ya en el desarrollo del módulo orbital Lunarsat, que podría ser lanzado en 2000 como carga secundaria de un cohete Ariane 5. Con los datos que tomase se prepararía en detalle el alunizaje un año después del Euromoon, un módulo con 40 kilos de carga útil de equipos científicos.A partir de ahí, la estrategia europea dirige su mirada hacia sitios próximos a Peak of Eternal Light, como la montaña Malapert, a 120 kilómetros del polo sur. Es un emplazamiento especialmente interesante porque desde allí la Tierra está siempre a la vista, lo que permite la comunicación ininterrumpida.
Europa se plantea una estrategia de colonización virtual de la Luna, es decir, levantar allí una infraestructura de robots dirigidos desde la tierra por los científicos.
Japón, por su parte, planea la misión Lunar A, un artefacto que llevaría unos dispositivos penetradores para clavarse en el suelo lunar y tomar datos de sismología y de propiedades térmicas. La misión no tiene fecha concreta. El siguiente paso sería una misión multiple, con una sonda en órbita semipolar lunar y un módulo de descenso.
Estados Unidos tiene varios proyectos en cartera para enviar módulos de descenso, vehículos de reconocimiento y sondas orbitales, pero ninguno está todavía aprobado para continuar la labor de Lunar Prospector cuando ésta termine.
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