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Pujol advierte que la vía de la negociación con Madrid puede haber "llegado al límite"

Enric González

Jordi Pujol cuestionó ayer, por primera vez, la estrategia de la negociación con el Gobierno para hacer avanzar paso a paso la autonomía catalana. Ante un auditorio de estudiantes, el presidente de la Generalitat hizo la siguiente reflexión: 'La continuidad de nuestra identidad nacional sigue amenazada y, aunque se ha conseguido mucho, nos quedan objetivos por lograr. El nacionalismo mayoritario y sus aliados siempre han tratado de ganar terreno por la negociación, pero quizá hemos llegado al límite de esa vía y haya que hacer una formulación política e intelectual nueva, aunque yo no he alcanzado todavía esa conclusión".

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El presidente de la Generalitat se restó ayer a debatir con los esudiantes de la Universidad Pompeu Fabra, un auditorio muy favorable que en algunos momentos creó ambiente de mitin. La primera pregunta, sin embargo, fue de las que abren boquete. Un estudiante se puso en pie y le espectó: "El poder desgasta. ¿piensa usted retirarse algún día, o tendremos que asistir en Cataluña a una ansonada?", en referencia a la presunta conspiración para acabar con Felipe González revelada por Luis María Anson.Pujol castigó al muchacho legando que no había entendio la pregunta y obligándole a repetirla. La cuestión fue nuevamente formulada, y hubo respuesta: "No creo que tengamos que sufrir una ansonada, aunque a hubo una, que fracasó porque o lograron que desapareciera e la escena política, y no creo que se repita porque el país ha cambiado y en Cataluña no se estila esa forma de actuar", dijo, refiriéndose a la querella de Banca Catalana. "Puedo decirle que aún me siento joven [tiene 67 años], convocaré -si puedo-elecciones dentro de un año, y me presentaré -si puedo como candidato", concluyó.

La siguiente cuestión, referida al "hecho nacional" y su futuro, dio pie a Pujol para efectuar su reflexión sobre las vías para profundizar en el autogobierno. El presidente catalán indicó que ignoraba si la estrategia de negociación punto por punto, especialmente fructífera desde 1993, cuando CiU se convirtió en aliado necesario del Gobierno de Madrid, ofrecía aún margen de maniobra. "Si nos encontráramos ante una pared, habría que buscar otras vías", admitió.

No a la independencia

El objetivo final no era en ningún caso la independencia de Cataluña, sino un auténtico autogobierno en una situación de " soberanía compartida", le explicó a otro estudiante. "En Europa occidental no habrá cambios como los registrados en Europa oriental tras la caída del imperio soviético. La Unión Europea, además, constituye un corsé para los accesos a la independencia", comentó.Acerca de la cesión a Cataluña del 30% del IRPF, Jordi Pujol reconoció que no era una solución adecuada para la financiación autonómica. "Depender de un solo impuesto no es bueno. De hecho", comentó," Ios ingresos más importantes de los últimos años no nos han llegado por la vía del IRPF, sino por otras. A la larga, el 30% del IRPF podría ser importante, pero ahora no lo es. Nos preocupa la reforma del impuesto, por lo que pudiera suponer de merma para Cataluña, pero confiamos en que se establecerá algún tipo de cláusula de salvaguarda". Y siguió: "Pero que no vengan ahora los socialistas con que tenemos que reclamar parte del IVA, porque ya se lo pedimos a ellos y nos lo negaron. Lo del IRPF fue la única opción que nos dejaron".

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Pujol ironizó también sobre el cambio de la política autonómica del PP en cuanto necesitó los votos de CiU para gobernar. "En el fondo, su forma de pensar no habrá cambiado mucho. Puede que en algún sentido haya un cambio sincero, aunque menos de lo necesario. Ahora bien, no me pregunten si hay feefing con Aznar porque eso me da igual. Lo importante son los resultados, y hasta ahora son positvos".

Espoleado por los vítores de los estudiantes, el presidente de la Generalitat siguió ironizando sobre lo mucho que cambiaban os partidos según estuvieran en el poder o en la oposición. "En la posición son siempre muy geneosos", dijo. "Y a nosotros, con un partido o con otro, nos toca . ejercer un papel moderador, con lo cual nos llevamos todos los palos. Nos dan palmaditas en la espalda y nos dicen que lo que estamos haciendo pasará a la hisoria. Sí, pasaremos a la historia, pero apaleados".

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