El artista dialoga con la cerámica
Una muestra reúne en Valencia 61 piezas realizadas entre los años 1948 y 1970
Los temas recurrentes en la obra pictórica de Pablo Picasso, como el toro, la mujer o el artista y su modelo, están presentes también en las 61 piezas, la mayoría únicas, de la exposición Picasso: el diálogo con la cerámica, abierta en la Fundación Bancaixa de Valencia. Jarrones pintados con formas humanas, platos con motivos geométricos, baldosas y azulejos con rostros coloreados o un trozo de cazuela recuperada de un cubo de basura con el perfil de una mujer, entre otros objetos, integran esta exposición, que reúne, por primera vez en España, tantas piezas de cerámica de Picasso, muchas inéditas.
Una parte importante de las obras pertenece a la colección de la nieta del artista Marina Picasso y fueron realizadas desde 1948, cuando Picasso viaja al sur de Francia y entra en contacto con los alfareros tradicionales, hasta 1970.Los escultores Eduardo Chillida y Miquel Navarro, además de otros artistas, como Michel Anasse, asistieron a la presentación de la muestra, que de momento se exhibirá únicamente en Valencia hasta el 5 de abril. También han participado con diversos textos en el cuidadoso catálogo publicado por la fundación de la entidad bancaria. Bancaja posee una importante colección de grabados de Picasso, tras adquirir las series de la Suite Vollard y, recientemente, la Suite 156.
Las exposiciones y colecciones de Picasso apenas muestran "cuatro o cinco" piezas de cerámica, explicó el comisario de la exposición, Kosme de Barañano, quien distinguió en la obra del artista el empleo de la cerámica al uso, la de alfarería, y la de arcilla y terracota, con un sentido mucho más escultórico.
Modelos
Dentro de la gran diversidad de estilos y formatos, las cerámicas que se presentan en la exposición son esmaltadas o pintadas, otras son incisas o grabadas y otras son transformadas por el artista para incorporarlas a su particular iconografía, como el fálico Jarrón de cuello inclinado, de 1948. También se exhiben pequeñas esculturas de tierra cocida, como La mujer de pie, de 1945, o el expresivo Anciano sentado, de 1952.En la mayoría de los casos, Picasso trabajaba sobre los modelos adquiridos a alfareros, modificándolos y pintándolos a su gusto. En principio, "cansado de pintar sobre lienzo", apuntó el comisario Kosme de Barañano, Picasso usaba la cerámica para descubrir nuevas formas de expresión y poco a poco fue dominando la técnica.
Babelia
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