Francisco Pérez recupera en un libro la juventud de Marañón

El origen de la conciencia liberal y el espíritu y vocación de Gregorio Marañón (1887-1960) ha sido recuperado por Francisco Pérez Gutiérrez en el libro La juventud de Marañón (Trotta). "Es la historia de una educación y de una figura de gran actualidad", afirmó el autor ayer en el Instituto Internacional de Madrid, durante la presentación del libro, a la que asistió el académico Pedro Laín Entralgo, autor del prólogo.

Cinco fueron los personajes decisivos en la vida de Marañón: su padre Manuel, Benito Pérez Galdós, Menéndez Pelayo, Miguel de Unanumo y Ramón y Cajal. Bajo el signo y la influencia de estos personajes, Pérez Gutiérrez (Santander, 1929) reconstruye los años de ascenso de Marañón en un libro cuyo título "ofrece menos de lo que realmente da", aclaró el escritor Antonio Lago Carballo. Esto lo convierte, sin embargo, en "el más completo y acabado retrato de Marañón", según el académmico de la Historia Carlos Seco Serrano.

Considerado como una de las figuras ejemplares de la primera mitad de este siglo, Marañón tuvo el privilegio de asistir a las tertulias que tenía su padre con Pérez Galdós y Menéndez Pelayo. "Fue un hombre consciente de su suerte y aprendió de ello", dijo Francisco Pérez. Dos personajes a quien Marañón debe su talante liberal porque, afirma el autor, "para él el liberalismo era una actitud y una conducta: reconocer lo valioso de las opiniones de todo el mundo, de quienes no piensan como nosotros; aunque no se trata de aguantar sino de ponerse en su lugar y procurar entender lo positivo de las opiniones de cada uno", añadió. Por eso Pérez afirma que si hay un hombre en España preocupado por entender a los hombres ése ha sido Marañón.