La economía creció un 3,4% en 1997 y permitió reducir el déficit público al 2,6% del PIB
El año 1997 se cerró con un crecimiento económico del 3,4%, cuatro décimas por encima de la previsión oficial y algo más de un punto sobre el porcentaje de 1996. Este resultado ayudó a que el déficit público se haya reducido al 2,6% del PIB, lo que asegura la incorporación de España al euro tras cumplir también los requisitos de inflación y deuda. El consumo privado (3,1% de aumento) y, sobre todo, la inversión (4,7%) han relevado al sector exterior como cabecera del crecimiento económico. Mientras el empleo ha aumentado un 2,6%, la renta familar ha crecido un 5,5%, medio punto más que en 1996.
El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, destacó ayer que la reducción del déficit y el alto crecimiento económico permiten a España incorporarse al euro en una posición de "solidez".Añadió que la recuperación económica y el alto crecimiento de los ingresos "se ha destinado a reducir el déficit y no a aumentar el gasto". Rato aseguró que la prevista reforma del impuesto sobre la renta "no pondrá en peligro" la reducción del déficit.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos relativos a la contabilidad nacional de 1997 y ha revisado al alza el crecimiento económico de los trimestres anteriores. El resultado para el ejercicio pasado es un crecimiento anual del 3,4% -la mayor tasa desde 1990-, del 3,6% en el último trimestre en relación al mismo periodo del año anterior, y del 0,9% respecto al tercer trimestre del año.
Con ello se rebasan cuatro décimas las primeras previsiones oficiales y una la efectuada días atrás por el Banco de España. De la información facilitada por el INE se desprende, sin embargo, que el crecimiento económico ha podido tocar techo en la primera parte del año para comenzar un suave declive. El 0,9% de crecimiento del cuarto trimestre en relación al tercero se mantiene estable, pero el consumo baja (del 0,8% al 0,5%) y la inversión también (del 2,1% al 1,4%).
Este perfil descendente se compensa con una primera parte del año más activa, lo que da un crecimiento medio a lo largo del ejercicio del 3,4%, por encima del 2,3% de 1996, lo que representa el punto álgido de la recuperación económica iniciada en 1994. El consumo privado (3,1% frente al 1,9% de 1996) y la inversión (4,7% frente al 0,9%) marcan el ritmo de esa fuerte aceleración durante todo 1997. El consumo público (gasto) no se ha quedado muy atrás (0,7% frente al 0,1%).
Sin descontar la inflación, la riqueza nacional creció en 1997 un 5,7%, dos décimas más que en 1996. El crecimiento del empleo ha sido del 2,6% -unos 340.000 nuevos puestos de trabajo- y el paro ha bajado en 183.000. El pasado año, el empleo aumentó un 1,5% y la economía un 5,5% nominal.
Más renta familiar
El mayor número de empleados ha hecho crecer la masa salarial un 6,7%, frente al 5,2% de 1996, mientras que la remuneración por asalariado (incluye todos los costes laborales) ha bajado (del 3,8% en 1996 al 2,8% en 1997) y también los excedentes empresariales (del 4,8% al 3,7%).El crecimiento de la masa salarial, junto al descenso de los tipos de interés y de los impuestos directos, han permitido a las familias mejorar su renta (creció el 5,5%, medio punto más que durante 1996), después de años anteriores en retroceso. Esto ha dado margen para el consumo y, en menor medida, para el ahorro, cuya tasa (en torno al 12%) es ligeramente inferior a la de 1996.
Las cuatro décimas que la economía en su conjunto ha crecido el pasado año por encima de las previsiones iniciales del Gobierno han ayudado a que los resultados del déficit público hayan sido inferiores a lo fijado. Frente al 3% inicial, el saldo entre ingresos y gastos del conjunto de las Administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades autónomas y ayuntamientos) se ha situado en el 2,6% del PIB, frente al 4,4% de 1996, según hizo público ayer el Ministerio de Economía.
El Estado cerró el ejercicio con un déficit del 2,07% del PIB (1,61 billones de pesetas), resultado de un incremento del 0,6% en los gastos y de un 7,3% en los ingresos. En conjunto, el sector público cumple así con holgura el criterio de convergencia que faltaba para que España forme parte del euro, que se añade al ya logrado en inflación.
El requisito de deuda también se ha conseguido, ya que el pasado año se situó en el 68,3% del PIB, inferior al 70% de 1996. En cuanto al de tipos de interés, prácticamente se cumple desde noviembre del pasado año, si bien aún no se ha fijado cuál será el punto de referencia.
Economía hizo ayer también público que el déficit comercial se situó el pasado año en 2,6 billones de pesetas, un 7,8% más que en 1996. Las exportaciones aumentaron un 18,1% y las importaciones, un 16,4%.
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