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Chabrol, defiende el cine europeo frente a la colonización "militarista" de Hollywood

La Filmoteca Española programa una amplia retrospectiva del director de 'No va más'

Con motivo de su última película, No va más, que ganó la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián el otoño pasado, el Instituto Francés de Madrid rinde un homenaje a uno de los realizadores clave del cine francés, Claude Chabrol (París, 1930). La Filmoteca Española se une al Instituto Francés, para presentar hasta finales de abril la casi totalidad de su obra cinematográfica. Con más de cincuenta películas, el realizador francés defiende el cine europeo frente al impacto de las producciones americanas, que cuentan, según Chabrol, con una organización muy "sólida, militarista y peligrosa" para Europa.

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Preocupado por el porvenir del cine francés y europeo frente a las grandes producciones americanas, Chabrol se convierte en un fiel defensor de la cultura europea. "No temo al cine americano si logramos defendernos. Sin embargo, en la economía son muy fuertes, los americanos tienen una organización muy sólida, muy militarista y un poco peligrosa. Hay que tener cuidado y asegurarse de que no se introduzcan demasiado en las producciones, ya que desean apoderarse del mercado cinematográfico europeo", declaró ayer el director durante su visita a Madrid.Chabrol reconoce los esfuerzos europeos para "luchar contra la colonización americana" y conservar "la exclusividad cultural francesa" frente a las producciones de EE UU, pero no tiene mucha confianza en el poder de los políticos franceses. El director comenta las acciones del Gobierno francés con ironía: "La ministra de Cultura, Catherine Trautmann, tiene la inteligencia de saber que no está del todo al corriente, pero lo que parece más preocupante es que sus consejeros no saben más que ella acerca del cine francés. No pienso que haya hostilidades entre el Gobierno y los artistas del cine, pero para el futuro debemos contar sobre todo con nosotros mismos".

Claude Chabrol admite haber gozado mucho después de la Il Guerra Mundial con las películas americanas, y hoy las echa de menos ya que eran, según él, de calidad muy superior a las de hoy. "Había filmes de una gran sutileza, el cine no funcionaba con ese sistema actual mercantilizado. Hoy en día el cine americano ha convertido en mayoritarios los productos de poca calidad que antes eran minoritarios".

Uno de los fundadores del movimiento de renovación del cine francés en los años cincuenta con la Nouvelle vague, Chabrol tiene una mirada crítica sobre su propia obra. "Estoy contento de que las películas existan. Me doy cuenta también de que hubiera podido a veces haber hecho algo mejor. Ninguno de mis filmes me satisface del todo. Mi opinión sobre mi obra es muy variable. Una película me puede encantar un día y otro día la encuentro malísima". El cineasta reconoce que su carrera de cuarenta años de rodaje se compone de éxitos y de fracasos. Según él, esos altibajos son representativos de una acumulación de estilos. Y añade: "No filtro casi nunca mi trabajo. Prefiero la cantidad a la ausencia de cantidad. Tenemos más posibilidad de conseguir una buena película si se producen muchas -salvo algunos seres excepcionales que son capaces de construir una obra maestra-. Yo me siento incapaz y por eso prefiero acumular muchas cosas. Me gustan los escritores y los músicos que crean mucho".

A lo largo de los últimos 40 años, Chabrol ha hecho incursiones en numerosos géneros cinematográficos, de comedias a dramas, de policiacos a adaptaciones literarias tan clásicas como Madame Bovary, de Flaubert, en las que ha destacado, siempre con humor e ironía, la "mediocridad" y la "estupidez" de la burguesía francesa. El director admite que el hilo conductor de su obra es la pequeña burguesía. "He elegido este medio ya que es un ambiente que conozco. Me interesa analizar las ventajas recíprocas entre la cobardía y el coraje. Y pienso que la lucha de clases es un tema todavía actual".

Influencia de Hitchcock

Su pasión por el cine comenzó muy pronto, cuando cumplió los 11 años y fundó un cineclub en una localidad de provincias de Francia. "Un amigo y yo habíamos pedido dinero a los notables del pueblo y proyectamos pequeñas películas", declara Chabrol. Después de unos años de estudios en Derecho y Farmacia para contentar a su padre, Chabrol, con apenas 23 años, empezó a escribir críticas cinematográficas. Con Eric Rohmer publicó un ensayo sobre Hitchcock, con el que reconoce tener puntos en común como los temas policiacos y el humor seco. "Siempre fui muy hitchcockiano, sobre todo al principio, pero con el tiempo me di cuenta de que lo que me gustaba de él lo había tomado de Fritz Lang"Su interés por el arte cinematográfico se concreta con la realización en 1958 de su primera película, El bello Sergio. Con este filme, rodado con un presupuesto restringido y actores desconocidos, Chabrol inaugura un nuevo género de cine, más intimista, junto a sus compañeros de batalla, Jean-Luc Godard, François Truffaut y Eric Rohmer.

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