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TENSIÓN EN EL GOLFO

Aznar afirma que España estará con sus socios y aliados en caso de ataque a Irak

Miguel González

España es partidaria de una salida diplomática para la actual crisis con Irak, pero apoyará a Estados Unidos, cediéndole el uso de las bases si se produce finalmente una intervención militar. El presidente José María Aznar rompió ayer en el Congreso el mutismo que ha mantenido sobre este tema en los últimos días para advertir de que, en caso de ataque a Irak, "España estará con sus socios aliados", es decir, con Estados únidos. La posición española fue adelantada horas antes por el primer ministro británico, Tony Blair, quien declaró a la cadena de televisión estadounidense CNN que Aznar le había expresado telefónicamente su "apoyo" a la operación militar que promueven Washingon y Londres.

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En respuesta al diputado de Izquierda Unida José Navas, Aznar declaró en el Congreso que España "desea una solución diplomática a la actual situación. Trabaja por esa solución diplomática y espera que se hagan, como se están haciendo, todos los esfuerzos posibles para que esa solución diplomática ponga fin a esta situación".No obstante, el presidente dejó claro que, a su juicio, el único culpable de la crisis es el régimen de Sadam Husein. "Solamente hay una responsabilidad", dijo, "que es la del Gobierno de Irak, que está incumpliendo los mandatos de Naciones Unidas. Ésta es la posición española y esta crisis tiene solución si el Gobierno de Irak cumple claramente su obligación haciendo lo que tiene que hacer. En caso contrario", concluyó, "la obligación del Gobierno de España es también advertir de que pueden utilizarse otros recursos, que no deseamos, pero que, si tienen que ser utilizados, España, vuelvo a repetir, estará con sus socios y con sus aliados, que es con quien le corresponde". [Juan Alberto Belloch, portavoz socialista en la comisión de Interior del Congreso declaró a Efe que apoya la postura del Gobierno sobre la crisis iraquí.]

Por la mañana, en una reunión a puerta cerrada con el Grupo Popular, Aznar repitió esta misma argumentación y puntualizó, a preguntas de los diputados Javier Rupérez y José María Robles Fraga, que los "socios y aliados" de España en esta crisis son Estados Unidos y no Francia o Italia.

Sin enviar tropas

Aunque el presidente nunca se refirió expresamente a ello, fuentes gubernamentales indicaron que España no contribuirá con tropas a la operación, como el Reino Unido, Canadá o Australia, y que su apoyo consistirá en la autorización del uso de las bases. El PAÍS publicó el pasado martes que el Gobierno había decidido autorizar el despliegue en la base de Morón de la Frontera (Sevilla) de aviones cisterna para reabastecimiento en vuelo de los cazas norteamericanos, así como la escala en territorio español de material y personal con destino al golfo Pérsico. Esta noticia fue contestada con el silencio por los portavoces de los Ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, que tenían instrucciones de La Moncloa de no realizar ningún comentario.Fuentes gubernamentales admitieron ayer que la decisión de autorizar el uso de las bases estaba tomada desde hacía varios días, pero el Gobierno no quería hacerla pública todavía para no aparecer como un abanderado de la intervención militar, especialmente ante los países árabes. Al final, sin embargo, no ha podido controlar el factor tiempo y las declaraciones de Blair, difundiendo la posición española antes de que la anunciara el propio Aznar, le han dejado en mal lugar.Así lo pusieron de manifiesto ayer tanto el portavoz de IU en la comisión de Exteriores del Congreso, José Navas, como el del PSOE, Luis Yáñez, quien calificó de "ambigüedad vergonzante" la actitud del Gobierno español. La situación llegó en los últimos días a tal nivel de paradoja que las opiniones de Aznar sólo se conocieron a través de interlocutores tan lejanos ideológicamente como el líder de IU, Julio Anguita, el lunes o el laborista Tony Blair, el martes por la noche.

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Fuentes oficiales indicaron ayer que aún no se ha producido una petición formal de EE UU para utilizar las bases, aunque sí consultas informales en las que España ha adelantado su disposición favorable. En un primer momento, se produjeron discrepancias respecto a la vigencia de la autorización ya concedida el pasado noviembre, con motivo de un ataque contra Irak que al final no llegó a producirse. En todo caso, una vez tomada la decisión política, esta discrepancia puramente burocrática ha pasado a segundo plano. Estados Unidos presentará la solicitud en el momento en que lo necesite y España la concederá con toda celeridad, siempre que se respeten los procedimientos previstos en el convenio de 1988 y no se sobrepasen los límites previamente acordados.

El PSOE ha pedido la comparecencia urgente en el Congreso de los ministros de Exteriores y Defensa, Abel Matutes y Eduardo Serra, para que expliquen, a puerta cerrada si fuera necesario, los detalles del apoyo español a un eventual ataque contra Irak.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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