Todo vale

Para poder llegar a ocupar el poder presidencial de Estados Unidos, un gobernador en Tejas no ha titubeado en mandar a una mujer -antes a otros condenados, creo que unos sesenta- a la cámara de la muerte, donde los adelantos técnicos -inyección letal- la han enviado al otro mundo.Lo que puede indignar no es que esta medida se haya toma-

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do por convencimiento moral o coherencia política, sino porque el 80% de los votantes así lo pedía, y la conciencia personal del gobernador se ha supeditado a tan relevante dato.

No ha sido el único: el anterior gobernador de Arkansas, hoy presidente Clinton, tampoco tembló al firmar una sentencia de muerte que parecía paso obligado para su llegada a la Casa Blanca.

Frente al todo vale para llegar al poder o sostenerse en él -de lo que tenemos ejemplos cercanos- hay otros políticos para los que su conciencia y su moral están por encima de toda erótica del poder: hombres coherentes y dignos y los españoles podemos estar orgullosos de poder presentar como ejemplo al presidente de la Primera República española, don Nicolás Salmerón, que prefirió dimitir de su cargo antes de firmar unas justas sentencias de muerte a unos desertores.

Saber historia puede ayudarnos a creer en la clase política y en la humanidad.-