Paris y Moscú rechazan la beligerancia de Washington
Francia y Rusia manifestaron ayer en París su desacuerdo con las declaraciones del presidente estadounidense, Bill Clinton, relativas a la necesidad de emplear la fuerza para resolver el conflicto entre Irak y la UNSCOM, la comisión de la ONU encargada de asegurar el desarme de Bagdad. "Recurrir a la fuerza, en este momento, no es deseable y, según nuestros análisis, no resolvería el problema con el que nos enfrentamos", dijo Hubert Védrine, ministro francés de Asuntos Exteriores. Su homólogo ruso, Yevgueni Primakov, insistió en que "el uso de la fuerza no sirve como solución", al tiempo que admitía que "todo el mundo tiene que aceptar las resoluciones de la ONU".
Primakov, que se entrevistó también con el presidente francés, Jacques Chirac, y los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado, aprovechó su estancia en París para subrayar que las posiciones de Rusia y Francia ante la crisis "son muy parecidas, en la medida en que hacen hincapié en la necesidad de que la situación se mantenga estable y que Irak respete las resoluciones que le conciernen". El ministro de Exteriores ruso anunció que esperaba encontrarse mañana, en Madrid, con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, para explicarle el punto de vista de su país sobre Irak y la nueva actitud desafiante de Sadam Husein.
El Gobierno francés, por su parte, después de calificar de "inaceptables" las trabas puestas por Bagdad al trabajo de la UNSCOM, pidió sin embargo que el Consejo de Seguridad de la ONU revise la resolución 986 -el acuerdo llamado "comida a cambio de petróleo"-, porque la crisis humanitaria que atraviesa el pueblo iraquí sigue siendo muy grave, ya que uno de cada cuatro niños sufre de malnutrición".
Comida por petróleo
París quiere que "las ventas de petróleo autorizadas para comprar bienes humanitarios puedan ser duplicadas y pasen de 2.000 millones de dólares (unos 300.000 millones de pesetas) a 4.000 millones por semestre". Esa propuesta ya le fue expuesta al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, por el presidente Chirac el pasado martes, en el transcurso de una entrevista. La portavoz del palacio del Elíseo, Catherine Colonna, reiteró que "la solución a la crisis actual reside en el respeto de las resoluciones de la ONU para Irak, con una perspectiva de suspensión de las sanciones si esas resoluciones son íntegramente respetadas y el trabajo de la comisión especial concluido".Las declaraciones de Richard Butler, jefe de inspectores de la UNSCOM en la capital iraquí, también han merecido un rechazo frontal por parte de París. Para Hubert Védrine no coinciden "con lo que puede deducirse de sus informes transmitidos al Consejo de Seguridad". Además, Védrine se pregunta si "Butler no se ha excedido en sus atribuciones" al revelar al periódico The New York Times que el Ejército de Sadam Hussein dispone de misiles con armas químicas capaces de acabar con toda la población de Tel Aviv.
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