La Dama ausente
La Dama de Elche, la pieza emblemática de la cultura ibérica, no figura en la exposición, oficialmente "por razones de conservación". Pero nadie deja de pensar en ella: es la gran ausente.
Ayer, en la presentación de la exhibición en Barcelona, apareció la sombra de la polémica que ha desencadenado el norteamericano John F. Moffitt al dudar de la autenticidad de la escultura (en su libro El caso de la Dama de Elche: crónica de una falsificación, editorial Destino). La comisaria de la exposición, la arqueóloga Carmen Aranegui, una de las personas del mundo que más saben de los iberos , fue taxativa: la Dama es auténtica y el tema de la falsificación ha sido introducido por alguien -Moffitt- que no es un especialista. Dijo Aranegui que la tesis del norteamericano es "sensacionalista" y que no ha tenido eco científico. Más cauto se mostró otro de los comisarios, Jean Pierre Mohen, director del Laboratorio de Investigación de los Museos de Francia, que apuntó la existencia de métodos de análisis para aclarar el asunto que no supondrían ningún peligro para la integridad (física) de la Dama.
En cuanto a la lengua ibérica (plasmada en diferentes escrituras), sigue siendo incomprensible. Aranegui recordó que pertenece a una familia lingüística extinguida, dijo que su traducción se presenta todavía como un reto muy difícil y descartó que las similitudes con el euskera sean más que casuales. "Estaremos salvados cuando encontremos una piedra de Rossetta ibérica, con un texto bilingüe suficientemente largo", dijo. En la exposición hay varios ejemplos de textos en escrituras ibéricas.
"Sin chovinismo"
La exposición Los iberos, príncipes de Occidente, ha sido organizada por la Association Francaise d'Action Artistique, el Ministerio de Cultura español, la Fundación La Caixa y la Kunst-und Ausstellungshalle de Alemania. Se inauguró en París y tras exhibirse en Barcelona (hasta el 12 de abril) podrá ser contemplada en Bonn. Las piezas, algunas descubiertas recientemente, provienen de 24 museos españoles y 7 franceses, y de colecciones privadas. Se ha editado un voluminoso catálogo que sin duda se convertirá en obra de referencia de la bibliografía sobre el tema. La exhibición ha costado 190 millones de pesetas, entre producción y montaje, según dijo ayer el director general de la Fundación La Caixa, Luis Monreal. No podrá verse en ninguna otra ciudad española. En principio estaba previsto que se exhibiera sólo en Madrid, pero las complejas negociaciones desde 1986 para su organización -el Gobierno español llegó a retirarse del proyecto aduciendo otras prioridades- y la entrada en ella de la Fundación La Caixa han hecho que finalmente la exposición recale sólo en Barcelona.Monreal destacó ayer el valor divulgativo de la exhibición y el propósito de ésta de ser un catalizador de la investigación científica. Subrayó que es "una exposición objetiva, no romántica ni chovinista, por no decir nacionalista", y dijo que uno de los criterios museográficos ha sido provocar la emoción del visitante.
Babelia
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