Amplio rechazo político a un comité regulador de los contenidos audiovisuales dependiente del Gobierno

El PP va a tener difícil alcanzar un consenso político para sacar adelante su proposición de ley para crear un Comité de Medios Audiovisuales cuyos miembros sean nombrados por el Gobierno. Representantes de las fuerzas de oposición, PSOE, IU y Nueva Izquierda, y del principal socio del Ejecutivo, CiU, expresaron ayer su rechazo a este proyecto y su voluntad de ponerse de acuerdo para imponer en el Parlamento su propio modelo de cómo debe ser el organismo que vele por la calidad de los programas audiovisuales.

El diputado de CiU, Lluís Recoder, apunta una primera discrepancia con el plan del Gobierno en el hecho de que el futuro comité "sea un apéndice de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT)" y por tanto carezca de "entidad propia". "La tarea de velar por los contenidos audiovisuales tiene suficiente importancia como para requerir una comisión específica", afirma.

Recoder tampoco considera "adecuado" que sus miembros sean nombrados por el Ejecutivo. "Defendemos que los elija el Parlamento y no el Gobierno. Nuestra intención es designarlos tras someter a los candidatos a un procedimiento de audiencias parlamentarias, a una especie de tercer grado para valorar su idoneidad".

Asimismo, el diputado catalán no cree lógico que el futuro comité "no tenga competencias en materia de renovación de la concesión de licencias televisivas cuando su cometido es realizar un seguimiento de las empresas por si incumplen la ley", y muestra su "preocupación" porque el proyecto del Gobierno faculte al comité "a unificar criterios entre las distintas administraciones". "Diálogo con la Administración estatal sí, unificación no", concluyó Recoder.

Cataluña es la única comunidad autónoma en la que ya existe un Consejo de lo Audiovisual.

Para la diputada socialista Rosa Conde el comité propuesto por el PP nace "sin convicción", a rastras de "la presión social contra la telebasura y de las iniciativas de otras fuerzas políticas". Conde rechaza que sus miembros sean elegidos por el Gobierno ya que, en su opínión, la única forma de que un organismo semejante sea "independiente y eficaz es que sea nombrado y controlado por el Parlamento". También critica que se integre en la CMT "cuyas competencias son mucho más técnicas que cualitativas".

"Tomadura de pelo"

Más gráfico en su comentario fue su compañero de partido Alfredo Pérez Rubalcaba, que calificó de "burla" la iniciativa del PP: "¿Qué quieren un consejo de independientes formado por seis López-Amor?".En el mismo sentido se manifestó Manuel Alcaraz, de Nueva Izquierda, para quien la propuesta del partido del Gobierno es "una tomadura de pelo" y "una falta de respeto a los ciudadanos". Para Alcaraz, el comité que pretende el Gobierno "va en contra, por su composición y funciones, de todas las propuestas parlamentarias realizadas sobre este tema, de la opinión del Defensor del Pueblo y del informe aprobado por el Pleno del Senado en 1995 que recomendaba la creación de una autoridad independiente" y es otro producto del "cinismo del Gobierno y de su voluntad de tener un control férreo de la televisión pública y del resto de medios de comunicación".

Izquierda Unida rechazó también de plano el comité concebido por el PP y anunció la intención de su grupo de consensuar con otras fuerzas políticas un "consejo de la Comunicación independiente y fuera del control" del Gobierno.

La diputada de IU, Inés Sabanés, añadió que ese comité tal como lo quiere el Ejecutivo "no tiene ni la entidad suficiente ni capacidad para actuar en un panorama audiovisual tan complicado como el español, donde se pretende privatizar las cadenas autonómicas al tiempo que siguen sin regular las televisiones locales".