Células 'inmortales" y eterna juventud
Las células humanas normales se dividen un número- determinado de veces; agotado este número, simplemente envejecen y dejan de replicarse. ¿Cuál es el reloj que les indica en qué momento deben parar? Durante más de una década los científicos han debatido la hipótesis de que el mecanismo depende de la longitud de los telómeros, un pedazo de ADN situado en la parte final de los cromosomas que no se copia completamente en cada replicación celular y por tanto va perdiendo gradualmente información genética. La creación de células humanas que no dejan de dividirse células aparentemente inmortales- por parte de un grupo estadounidense (ver EL PAÍS del 14 de enero) permite probar que el reloj son los telómeros.
El experimento tiene implicaciones en dos áreas de investigación: el cáncer, porque las células cancerígenas se caracterizan justamente por dividirse indefinidamente, y el envejecimiento. Por ahora más en el primer campo que en el segundo. En opinión de los expertos, tras la presentación de este hallazgo como si se hubiera encontrado la fuente de la juventud se esconde el hecho de que los autores pertenecen a una importante empresa de biotecnología estadounidense, Geron Corporation.
Pero la importancia del experimento no se pone en duda. Cuando los investigadores enviaron el artículo que ahora se publica en la revista Science (16 de enero), sus células se habían dividido unas 20 veces más de lo normal, y seguían haciéndolo vigorosamente. Un punto esencial, además, es que mostraban un aspecto joven y ninguna anomalía aparente del tipo de las que presentan las células cancerígenas.
"Es la primera vez que se consigue algo así", indica María Antonia Blasco, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología que ha colaborado anteriormente, con el grupo estadounidense. "Este trabajo. es clave desde un punto de vista básico, para entender cómo se regula la longitud de los telómeros".
La longitud de los telómeros depende de la enzima telomerasa, que se encarga de reparar los errores de copia en cada replicación. Las células que, naturalmente expresan esta enzima, como las germinales, no presentan acortamiento en sus telómeros. Pero la mayoría de las células normales del organismo no tienen telomerasa; el trabajo de los estadounidenses ha consistido en lograr que la expresen mediante ingeniería genética.
Falta por aclarar si estas células inmortales son sanas. Si así fuera, ¿estaría efectivamente la clave del envejecimiento en este reloj celular? "Por ahora se ha visto que la telomerasa es clave para el proceso, pero sólo en las células. Otra cosa es que lo sea para todo el organismo", indica Blasco. El objetivo, ahora es crear ratones transgénicos que expresen telomerasa en todas sus células: el equivalente al trabajo ahora publicado pero con un organismo completo.
Además del gen de la telomerasa se han encontrado ya otros relacionados con el envejecimiento, como el del síndrome de Werner, que causa envejecimiento prematuro.
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