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'Titanic' gana los principales Globos de Oro

'L. A, Confidential', la otra película favorita, sólo obtuvo un galardón

No hay obstáculo que detenga a Titanic en su trayectoria hacia los oscars. El domingo por la noche ganó cuatro Globos de Oro, incluyendo los dos principales, el de mejor película y mejor director para James Cameron. Además acaba de lograr la hazaña de mantenerse en el primer puesto de la taquilla de EE UU por quinta semana consecutiva. Los Globos de Oro, que por lo general muestran cada año por dónde van a ir los oscars en marzo, encumbraron también a James L. Brooks por As good as it gets, que obtuvo tres premios. L. A. Confidential, la otra favorita, sólo ganó uno.

Los Globos de Oro los votan cada año unos cien miembros de la prensa extranjera de Hollywood, es decir, los periodistas que sirven de intermediarios entre los departamentos de publicidad de los estudios y los territorios internacionales donde se vende una parte muy significativa de su mercancía. Además, en los últimos 15 años, la película que ha ganado el Globo de Oro en drama ha ganado luego el Oscar en 11 ocasiones.Por esta creciente importancia del mercado mundial para el cine americano, los Globos de Oro son una cita ineludible en el calendario de las grandes estrellas del entretenimiento, sólo comparable a los propios oscars. Los Globos de Oro más importantes se desdoblan en drama y comedia, y también los hay para programas de televisión.

"¿Demuestra esto de una vez por todas que el tamaño sí es importante?", preguntó desafiante James Cameron al público al recoger su segundo premio por Titanic, película de la que es guionista, productor, director y editor y por la que ha pasado a la 20th Century Fox y a la Paramount una factura de 200 millones de dólares (30.000 millones de pesetas). Pese a ello, Titanic ya ha justificado el gasto con creces y , además, el domingo también ganó por su banda sonora y por la canción que aparece en los títulos de crédito del final, My heart will go on. Uno de los mejores papeles femeninos de los últimos tiempos, el de Kate Winslet en Titanic, no fue reconocido.

As good as it gets, un filme agridulce dirigido por James L. Brooks (Al filo de la noticia, La fuerza del cariño), ganó como mejor comedia y también mereció premios para sus protagonistas, Jack Nicholson y Helen Hunt. Nicholson, que en la película hace de escritor neurótico y sociópata (lo cual no es precisamente un reto para él), recogió su premio haciendo una broma escatológica al estilo Jim Carrey, y aseguró que le quedaban todavía muchos años de comportarse mal. En drama, los premios de interpretación fueron para Peter Fonda, que casi no hacía nada desde Easy Rider, pero que regresó el año pasado a las carteleras con la intimista película Ulee's Gold, y para la británica Judi Dench, por Mrs. Brown.

Decepción

Quizá la decepción de la noche fue la ausencia de L. A. Conflidential de las grandes categorías: sólo Kim Basinger, como actriz secundaria, recogió un premio para esta descomunal película, que, pese a las buenas críticas, puede acabar resultando demasiado fuerte para los gustos generales debido a su temática oscura y su violencia (si bien El silencio dé los corderos arrasó en los oscars de 1991). El premio al mejor actor secundario fue a parar a las manos de otra vieja gloria, Burt Reynolds, que interpreta a un director, de cine porno en Boogie nights.Y en el capítulo de las sorpresas hay que señalar la victoria, en el apartado de guión original, de los actores-autores veinteañeros Matt Damon y Ben Affleck, que, con su ópera prima Good will hunting, dirigida por Gus Van Sant e interpretada por ellos mismos, han conseguido un importante éxito para el cine americano joven sin tener que pasar por los dictados del estilo Tarantino.

En televisión, la cadena Fox ganó los premios importantes, por la nueva telecomedia Ally McBeal, que batió a la veterana y favorita Seinfeld, y, una vez más, por la serie policiaco-paranormal. Expediente X, cuya versión cinematográfica se estrena este verano.

Las mejores anécdotas de la noche ocurrieron durante la entrega de premios televisivos. Al recoger su galardón como mejor actor de telefilme, Ving Rhames (el negro malo de Pulp Fiction) se puso a llorar, llamó al estrado al veterano Jack Lemmon, que competía con él en esa categoría, y le regaló su estatuilla, pese a la reticencia del protagonista de Con faldas y a lo loco. Luego, la actriz Christine Lahti se retrasó varios minutos antes de recoger su premio por la serie Chicago Hope, pues se encontraba en el cuarto de baño. Al llegar apenas podía ocultar su vergüenza.

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