Los precios subieron un 2% en 1997, un mínimo histórico que permite la incorporación al euro

La inflación cerró 1997 con una subida del 2%, un mínimo histórico desde que Estadística elabora -el índice de precios al consumo (año 1962). Se cumple así uno de los principales requisitos para aprobar el examen del euro y se consigue una inflación dos décimas inferior a la última previsión del Gobierno.En diciembre respecto del mes anterior, el IPC aumentó un 0,3% debido a que los alimentos frescos se han disparado (1,7%). Este dato junto al de la inflación en el sector servicios (un 3,5% anual) arroja sombras sobre la evolución del IPC en los próximos meses. Por este motivo, el Ministerio de Economía y la patronal CEOE hicieron ayer un nuevo llamamiento a la moderación salarial mientras los sindicatos exigían medidas contra el paro.

El mínimo histórico alcanzado por los precios el pasado año tiene la virtud de que se produce en un momento en que la economía crece a tasas elevadas. Las últimas previsiones del Ministerio de Economía indican que en el último trimestre del pasado año el crecimiento ha sido del 3,5%, lo que supondría una media anual del 3,3%, algo por encima del último objetivo oficial (3,2%).

La economía española ha conseguido, por primera vez, crecer más que los países del entorno sin que la inflación se separe de la tendencia internacional a la baja. La estabilidad de la peseta en este último año, el descenso en los precios de las materias primas, una política monetaria prudente, una política fiscal ajustada, la moderación salarial y la subida inferior a la inflación en algunos precios oficiales, son las causas de fondo.

Timidez en las reformas

Todo ello ha permitido contrarrestar la timidez de las reformas estructurales emprendidas. La falta de competencia en el sector servicios se ha traducido en una inflación anual del 3,5%, un punto y medio por encima del índice general (2%). Por el contrario, el sector industrial ha rebajado en un punto sus precios durante el último año y ha cerrado en el 2%. Los precios de la energía (carburantes y combustibles) quedaron en el 1,2%.

La alimentación también ha terminado el ejercicio con un moderado 1,5%. La excepcional cosecha de 1996 y un posterior buen año agrícola han permitido este resultado. El ejemplo más claro es el del aceite, cuyo precio ha bajado un 30,1% durante 1997 y ha restado medio punto al IPC general. Por el contrario, los alimentos frescos han rebotado en diciembre, con una subida del 1,7% respecto de noviembre y aumento anual del 3,2%. Ésta es la causa principal de que el IPC general haya subido tres décimas en diciembre respecto de noviembre, en línea con los tres ejercicios anteriores. También ha influido la subida en tres décimas del turismo y la hostelería y de dos décimas en los gastos de conservación y comunitarios de la vivienda en propiedad.

Sin contar los precios de la energía y de los alimentos frescos, el componente más estable del IPC (inflación subyacente) subió sólo una décima en diciembre y cerró el año en el 2%, igual que el índice general. Se consigue así, como el pasado año y a diferencia de los anteriores, que el núcleo duro de los precios no rebase el índice general.

El 2% con que el IPC total terminó 1997 respecto del año anterior supone seis décimas menos que el primer objetivo del Gobierno y dos menos que la última previsión. Supone también asegurar que España superará el examen para la incorporación al euro que se efectuará el próximo mes de mayo con datos de 1997. El índice de referencia será la inflación media, también en el 2%, aunque ajustada a criterios armonizados. En noviembre el umbral se situó en el 2,7%.

Riesgos para 1998

Existe bastante coincidencia en afirmar que la inflación española ha tocado suelo y que puede rebotar durante los primeros meses de 1998. El factor decisivo sería el comportamiento de los precios de los alimentos frescos, con esta primera señal de alarma en diciembre. Ya en enero se recogerán buena parte de las subidas navideñas, así como el efecto del aumento en el precio de las gasolinas (1,5 pesetas en la súper) por la elevación de impuestos y pese a la caída de los precios internacionales.

Los analistas no esperan, sin embargo, una apreciación excesiva del dólar respecto de la peseta -otro de los factores de riesgo-, aunque la persistencia de la crisis en Asia y el posible nerviosismo ante el examen del euro enturbian algo el optimismo general. En la economía doméstica, la ganancia salarial producida este año (3% de incremento en los convenios pactados, un punto más que la inflación), la creación de empleo y la expectativa de una rebaja fiscal, darán nuevas alas al consumo.

Por este motivo, tanto el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, como el presidente de la CEOE, José María Cuevas, insistieron ayer en la moderación salarial. Los empresarios quieren aumentos del 1,1%, si bien en los convenios pactados hasta ahora para 1998 el incremento es del 2,4%, muy cercano a la previsión de inflación (2, 1 %).