Política de segunda convocatoria

Esperanza Aguirre intentará en 1998 sacar adelante, en segunda convocatoria, algunos de sus compromisos y proyectos educativos atascados o retrasados del año pasado, como el plan de humanidades, las transferencias no universitarias a nueve comunidades, la reforma de la selectividad, la potenciación de la nueva Formación Profesional, el cambio de la alternativa. a la religión, la evaluación de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y las importantes reformas universitarias pendientes.En septiembre se producirá un hecho de valor histórico: con la implantación general de tercero de ESO, el periodo de educación obligatoria se ampliará por primera vez en España hasta los 15 años, como primer paso para la extensión a los 16 años, que se producirá el próximo año en aplicación de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). Los otros asuntos de la agenda educativa para este año son los siguientes:

Transferencias. El sistema educativo será gestionado íntegramente por las comunidades a partir del próximo curso si las negociaciones culminan en julio, como es previsible si no hay grandes diferencias económicas. Las comunidades pendientes son Asturias, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja, Madrid y Murcia. La de Baleares fue la única en asumir las competencias el 1 de enero, la fecha inicialmente prevista.

Ley de financiación. Las 18 organizaciones que el pasado 17 de septiembre firmaron el manifiesto en favor de la reforma educativa que auspició la Fundación Encuentro han exigido a los partidos que elaboren una ley de financiación para abordar en condiciones de calidad la implantación de la LOGSE. "Esta iniciativa no puede esperar mucho tiempo si queremos que su tramitación se armonice con el proceso de transferencias educativas a las comunidades que todavía no las tienen. En todo caso, consideramos que debería presentarse para que pudiera estar aprobada al finalizar el curso 1997-1998", han advertido los firmantes, que también han expresado su temor a eventuales "fórmulas que pudieran resultar dilatorias" por parte de los partidos.

Religión. Modificar la actividad alternativa a la religión es un reiterado compromiso de Aguirre en línea con los deseos de la Conferencia Episcopal. La ministra gusta de caricaturizar con la imagen del parchís la cuarentena de epígrafes sugeridos como actividades de los alumnos que no quieren dar religión. Su intención es sustituir estas alternativas por una asignatura de valores éticos y cívicos, con lo que tendría garantizada una nueva incursión en un avispero educativo, político e incluso jurídico.

Dos sentencias del Supremo han dejado claras sendas cuestiones. En primer lugar, los estudiantes que no cursen religión no pueden dedicarse en ese horario a actividades curriculares, porque obtendrían ventajas académicas. Lo cierto es que los contenidos de ética son curriculares, aunque no exista una asignatura con esa denominación, específica. En segundo lugar, la alternativa no puede ser evaluable por el hecho de que la religión si lo sea (aunque. no cuente para la selectividad ni las becas).

Estas dos resoluciones estrechan el margen de maniobra de Aguirre, que previsiblemente se tentará la ropa antes de dar el paso adelante o deberá afinar mucho su propuesta, sobre todo después de la experiencia del plan de humanidades.

Selectividad. La reforma de la selectividad, que Aguirre siempre ha considerado urgente, parece paralizada como nunca. Tras rechazar un proyecto del Consejo de Universidades, la ministra y sus colaboradores han acogido efusivamente la propuesta de la ponencia especial del Senado. La Cámara alta propone objetivar el sistema de corrección de exámenes, la calificación numérica (no cualitativa) y la ponderación especial de las asignaturas relacionadas con la carrera elegida. Pero la principal novedad es la convocatoria de febrero para mejorar la puntuación y repescar a los excluidos de una titulación por falta de nota.

Esta propuesta es de aplicación sumamente complicada, porque es impensable que las facultades más cotizadas reserven plazas para febrero, y tampoco es muy viable que los hipotéticos repescados en febrero inviertan el orden y cursen primero el segundo cuatrimestre y luego el primero.

Evaluación de la ESO. El INCE ha terminado el diagnóstico del tramo educativo correspondiente a la actual secundaria obligatoria. A falta de la elaboración final, los resultados serán presentados a finales de enero o comienzos de febrero. El trabajo del INCE analiza el rendimiento escolar, los planes de estudio, la administración Y gestión de los centros, el profesorado y el papel de los padres y la sociedad. No obstante, es improbable que sirva para dar cumplimiento a la petición del Congreso sobre la enseñanza de las humanidades.

Formación Profesional. El ministerio quiere que este año sea el de despegue de la nueva FP, cuyo ritmo de implantación nunca ha sido ptecisamente acelerado. En las próximas semanas, Trabajo y Educación aprobarán el Il Plan General de Formación Profesional, que integra la ocupacional, la permanente y la reglada, y cuya publicación estaba prevista para el año pasado.

La estructura de la nueva FP podría ser modificada si prospera el consenso sobre la necesidad de conectar la formación de grado medio y la de grado superior. Actualmente, para acceder a la de grado superior es necesario acabar bachillerato o esperar hasta los 21 años y aprobar un examen. La de grado medio pierde alicientes para los estudiantes por esta falta de conexión, según los expertos.