Ritmo caribeño y color con Lucrecia en Logroño

De carácter abierto, sencillo y di charachero, sino fuera por el atuendo de vivos colores, Lucrecia no parecería artista. Conforme a su carácter discurre un espectáculo simpático y maravilloso para el público. En el último trabajo, Pronósticos, esta cubana afincada en Barcelona hace siete años, muestra su evolución musical. La timba de la isla se conjuga con sonidos pop, rap y soul.Lucrecia sabe que está en plena fase de perfeccionamiento y que su lenguaje musical es ecléctico. "La mezcla está en todo; en las personas, las razas, la cultura, en la música moderna", reconoce.

Sin embargo, Lucrecia no renuncia a sus raíces y a la música cubana ya que, subrayó, "la música latina está de moda, igual que todo lo hispano". "Parece que estamos otra vez en la reconquista del mundo", por lo que "es fantástico que nos escuchen en todas partes del mundo, aunque la gente no entienda la letra, pero que sí le llegue el valor y el sentimiento de la música". Desde 1993, Lucrecia ha publicado cuatro trabajos: el referido Pronósticos y Me debes un beso, Prohibido y Mis boleros. Temas de los cuatro fueron tocados en la actuación del festival y el público se dejó seducir por estos ritmos caribeños.

Además, la nueva jornada del festival riojano contó el viernes con el protagonismo del cine. Los cines Golem pasaron el cortometraje Planeta extraño, de Pedro P. Jiménez y la película Boogie nights, de Paul Thomas Anderson, una especie de retrato personal de Estados Unidos de finales de los años setenta y principios de los ochenta. Mi vida color rosa, de Alain Berliner, se proyectó en el teatro Bretón.

Hoy se pone punto final a la octava edición del festival riojano con la actuación de las actuaciones de los argentinos Andrés Calamaro y Sergio Makaroff. Un concierto muy esperado porque supone la presentación en España del último trabajo de Calamaro (ex Rodríguez), Alta suciedad. Disco que pasará por todo el país a partir de mayo.