_
_
_
_

La NASA aplaza a mañana el lanzamiento de una pequeña sonda científica a la Luna

"La Lunar Prospector" estará un año en órbita del satélite para buscar indicios de agua

, La NASA aplazó ayer 24 horas (hasta las 2.30 en España) el lanzamiento a la Luna de la sonda espacial automática Lunar Prospector, que significa el regreso al satélite natural de la Tierra un cuarto de siglo después de que los astronautas llegaran allí. Un problema en el radar en cabo Cañaveral ocasionó el aplazamiento. El artefacto espacial permanecerá en órbita lunar un año. Una de las principales metas de la misión es averiguar si hay rastro de agua en la Luna, como sugerían algunos datos, aunque controvertidos, obtenidos en 1994.

Más información
H20 para bases habitadas y cohetes

Pese a que la Luna es el único cuerpo celeste, además de la Tierra, que ha pisado el hombre, sólo se conoce con un cierto detalle el 20% de su superficie. La Lunar Prospector se ocupará de salvar esta ignorancia con la toma de datos intensiva que permitirá hacer buenos mapas gravimétricos y de composición de la superficie del satélite natural de la Tierra.Para ello, la pequeña nave espacial automática de la NASA -un tambor de 1,3 metros de alto y 1,4 de diámetro, con 295 kilos de peso- se situará en órbita polar de la Luna, a sólo 100 kilómetros de altura, de manera que los sensores que lleva abordo tomen la información científica necesaria. En llegar allí (la Luna está a una distancia media de la Tierra de 384.400 kilómetros) la Lunar Prospector tardará 105 horas, es decir, cuatro días y medio. Un cohete Lockheed Martin LMLV2 se encarga, en la madrugada de hoy, hora española, de ponerla en camino. La misión ha sufrido un retraso de varios meses .

Hielo sucio

"Si en la Luna hay mucha agua, los instrumentos de la sonda lo descubrirán enseguida, sino, pasarán semanas antes de tener una respuesta", ha explicado Bill Feldinan, líder del equipo científico del Laboratorio Nacional de Los Álamos, que ha diseñado el instrumento clave para este cometido y otros sensores embarcados en la sonda. El sensor es un espectrómetro de neutrones capaz de detectar hidrógeno en la superficie lunar que delataría la presencia de agua, seguramente en forma de hielo sucio.La emoción por encontrar agua en la Luna se disparó cuando otro pequeño ingenio estadounidense de alta tecnología, la nave Clementine, del Departamento de Defensa y adaptada a la investigación científica, desveló indicios de la presencia de agua en la seca superficie lunar. Obervaciones posteriores han echado por tierra tales indicios, pero la incógnita sigue viva. Lunar Prospector buscará agua con una técnica diferente y durante más tiempo, por lo que se obtendrá información mucho más precisa.

Las misiones que habían explorado la Luna, antes que la Clementine, se habían ocupado de la región ecuatorial, donde las altas temperaturas evaporarían cualquier rastro de agua. Por ello, el lugar a investigar ahora son. los cráteres de impactos en los polos, a la sombra de cuyos bordes podría preservarse hielo.

Lunar Prospector cuesta 63 millones de dólares (unos 9.450 millones de pesetas). Es una misión inscrita en el programa Discovery de la NASA y sigue el lema Mas rápido, mejor y más barato impuesto en los últimos años para los proyectos científicos de la agencia espacial.

Determinar la abundancia de minerales como hierro, titanio y uranio, por ejemplo, forma parte de los objetivos de Lunar Prospector, que también tomará datos determinantes para conocer la historia y evolución de la Luna, su estructura interna el magnetismo de algunas de sus rocas, el efecto de la actividad volcánica y los impactosde cometas y asteroides. La sonda lleva seis experimentos científicos a bordo, varios de ellos colocados en tres mástiles de 2,4 metros de longitud para evitar las interferencias con otros equipos electrónicos alojados en el bloque principal.

Si al cabo de un año de dar vueltas alrededor de la Luna -una órbita completa cada 118 minutos- por los polos para cubrir toda su superficie, la Lunar Prospector sigue funcionando, los expertos enviarán órdenes para colocarse en órbita elíptica de 10 kilómetros de altura y hacer las últimas observaciones durante unos seis meses. Cuando no le quede combustible, la sonda no podrá hacer maniobra alguna y acabará estrellándose contra la superficie lunar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_