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Pujol desea pactar con Aznar la fórmula para que 1998 "sea tan bueno" como 1997

Jordi Pujol ratificó ayer que confía en poder renovar por un año más el pacto de gobernabilidad con el Gobierno de José María Aznar. El presidente de a Generalítat señaló que desea "encontrar la manera de que el año 1998 dé tan buenos resultadoscomo l997". Pujol convocó a la prensa para hacer un análisis del pasado año, que calificó como "muy positivo" tanto para España en general como para Cataluña, gracias al pacto de investidura y gobernabilidad de abril de 1996. El líder nacionalista puso sordina a sus discrepancias con el PP.

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El presidente catalán se refirió superfícialmente a las cuestiones que desea pactar con Aznar en su próximo encuentro en La Moncloa (aún sin fecha). Pero confirmó que esas cuestiones se refieren a la necesidad de tomar medidas para garantizar el crecimiento económico y el progreso social después del ingreso de España en el euro, y a reivindicaciones autonómicas que se resumen en la aplicación completa del Estatuto de Autonomía aprobado hace 18 años (transferencias pendientes).Pujol no incluyó ninguna de las propuestas estratégicas que los dos partidos de la coalición nacionalista -Convergéncia Democrática y Unió Democrática- han aprobado en los últimos meses para que España se convierta ple- namente en un Estado plurinacional que reconozca a Cataluña como nación diferenciada. La única referencia de Pujol a esos planteamientos -el pacto fiscal- le sirvió para justificar que CiU no se contenta con los magros beneficios del 30% del IRPF, pero inme- diatamente recordó que ésta no es una reivindicación para mañana, sino para el año 2002, cuando termine el actual sistema de financiación autonómica.

Como adelantó este diario, Pujol quiere hacer planteamientos de futuro que sean asumibles para Aznar, y en cuanto a las reivindicaciones estratégicas (pacto fiscal, sistema judicial propio, introducción del bilingüismo en el papel moneda y documentos de identidad españoles, etcétera) su intención es sondear al jefe del Gobierno sobre su receptividad ante los nuevos planteamientos del nacionalismo catalán, para profundizar en ellos en posteriores entrevistas.

Pujol añadió ayer un tercer bloque de cuestiones a negociar con Aznar. Se refirió a grandes infraestructuras pendientes -tren de alta velocidad, ampliación delaeropuerto y, del puerto de Barcelona, desvío del río Llobregat y construcción de una gran depuradora en su desembocadura- que, según él, son básicas para garantizar la continuidad y mejora de la competitividad catalana. Pero, aclaró, éstos son temas "que deben verse a nivel de toda España", y no sólo de interés catalán.

El presidente catalán puso sordina a las discrepancias con el Gobierno central o con el PP aparecidas en los últimos meses, como el proyecto de reforma de la enseñanza de las humanidadeso el voto contrario de los diputados conservadores a la ley del catalán. En uno y otro caso destacó la voluntad mutua de "administrar el desacuerdo" para que no tenga consecuencias negativas para la "cuestión de fondo" que no es otra que garantizar que "el país vaya adelante". "Todos hacemos un esfuerzo para que estos desacuerdos no estén en primera línea", agregó. Es decir, que las cuestiones "de sensibilidad", que parecían tan importantes hace unas semanas, no pueden enturbiar el objetivo de que la economía española siga mejorando.

Pujol destacó que el PP se ha comprometido a actuar con cautela en la cuestión lingüística, renunciando a capitalizar entre la población castellanohablante de Cataluña su voto contrario a la Ley de Política Lingüística aprobada el pasado día 30 por el Parlament. Y el Gobierno catalán tiene la voluntad de aplicar la ley con un doble objetivo: reforzar el reconocimiento jurídico del catalán y extender su uso social, pero sin afectar "en absoluto el buen clima existente en Cataluña y con respeto a todos y cada uno de sus ciudadanos".

"Seguimos diciendo lo que hemos repetido mil veces: que 1997 ha sido un buen año, tanto desde el punto de vista del cumplimiento del pacto [con el PP] como del punto de vista general del país", afirmó Pujol, para desgranar los avances en índices económicos, reducción del desempleo y las buenas perspectivas de España para acceder al euro. "El resultado de la colabo ración ha sido bueno, para España y para Cataluña", agregó, no sin dejar de lanzar un guiño para el consumo interno por si alguien dudaba: Cataluña se ha aprovechado "más que nadie de la buena marcha de la economía".

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