Nueva York celebra su 100º aniversario en plena efervescencia cultural y económica

El renacimiento de Nueva York no es sólo económico y turístico. Pese a las acusaciones de masificación, la ciudad vive un impresionante momento cultural, que se verá reforzado durante 1998 con exposiciones y ciclos sobre el centenario de la unificación e sus cinco distritos. El origen de Nueva York se remite a los asentamientos holaneses del siglo XVII, pero fue el 1 de enero e 1898 cuando las ciudades de Brooklyn, Oueens y Staten Island se unieron a Manhattan y Bronx para sentar las bases de esta metrópoli del fin del milenio. La unificación fue un proceso arduo al que se opuso sobre todo Brooklyn, entonces la cuarta ciudad más grande de EE UU (también lo sería hoy si fuera independiente).

El municipio conocido como Gran Nueva York nació por ley hace justo 100 años gracias al activista Andrew H. Green, una de las tres personas clave en la definición de la ciudad tal como se conoce hoy, junto al alcalde Fiorello LaGuardia y el ingeniero Robert Moses. Aspira a ingresar en este selecto grupo el actual alcalde, Rudolph Giuliani, que ha reducido los asesinatos en Nueva York al nivel de los años sesenta a base de poner en la cal e policías y cámaras de videovigilancia (¿videoarte?). Giuliani repite que Nueva York es la mejor ciudad del mundo", y a ese debate sociocultural está dedicada la prensa local desde hace meses. Los críticos alegan que la ciudad se ha vendido a las tiendas Disney, sacrificando su carácter de vanguardia a los gustos del americano medio. La cuestión es que el Nueva York de Rudolpli Giuliani es como el Microsoft de Bill Gates: apto para todos los públicos, imparable e irresistible.Ni siquiera la unificación de Nueva York es un tema cerrado: hace tan sólo tres años, Staten Island votó a favor de la secesión en un referéndum no vinculante. Pero en 1998 el lema es celebrar la actual configuración urbana: el entusiasmo de los neoyorquinos hacia su propia y breve historia compensa el escaso dinero público que se destina a este tipo de celebraciones culturales.

Edificios, mapas y puentes

La nueva Metrópolis es una ex posición sobre ese proceso que se podrá ver durante los próximos 12 meses en el Museo de la Ciudad de Nueva York, institución que también alberga una muestra dedicada al Empire State Building y al artista Spelman Evans Downer, que hace mapas de la ciudad al óleo. Los 2.027 puentes de Nueva York (no hay que olvidar que se trata de un archipiélago) son objeto de otra inminente muestra en ese museo.La New York Historical Society ofrece dos exposiciones dedicadas a Times Square: una sobre sus carteles luminosos de publicidad y otra en la que se comparan fotos de 1915 con imágenes tomadas en el mismo sitio hace dos meses. La renovación de ese centro comercial, de ocio y transporte, por donde pasean al año 20 millones de almas, es uno de los ejes del actual debate urbano, y su más reciente episodio es el Ford Center for the Arts, exquisito teatro barroco restaurado en todo su esplendor donde pronto se estrenará Ragtime, una de las seis nuevas producciones de Broadway 98. Otros dos viejos teatros de la zona se han rehabilitado en los últimos meses con gran éxito: el New Victory, para danza, y el New Amsterdarn, nueva sede de los musicales de la Disney. El rey León, la primera obra que acoge, es el acontecimiento del año y no hay entradas hasta el verano. Adaptada del dibujo animado por Julie Taymor, Ben Brantley la ha descrito en The New York Times como una experiencia "parecida al paraíso".

La arquitectura de Nueva York se renueva a través de proyectos como la ampliación del MOMA y la renovación de Columbus Circle. Mientras las galerías de vanguardia en el Soho sobreviven en una marea de turistas, grandes espacios como el MOMA, el Guggenheim y el Metropolitan Museuni baten récords de asistencia. El último tuvo 5,5 millones de visitantes en 1996. Los locales de jazz se multiplican por doquier, recordando que en ese circuito surgió la expresión "Gran Manzana" como sinónimo de Nueva York: la primera plaza, el escenario principal. Lo mismo ocurre en la ópera y el ballet. Este año, Nueva York romperá hasta con el embargo a Cuba, acogiendo al Ballet Nacional de Alicia Alonso por primera vez desde 1977.