Érase una vez un día de cuento
Personajes populares de la política y la televisión relatan durante nueve horas historias solidarias
No era la caperucita de siempre, sino una que quería explicar al lobo que hay mujeres que reciben violencia verbal y física de sus parejas. Lo contaba Amalia Balaguer, abogada al frente de las Casas de Refugio de Mujeres Maltratadas. Afeaba esa conducta en su relato y quería llevar al ánimo de los niños y niñas -y padres- que la escuchaban la necesidad de un comportamiento solidario, tolerante y respetuoso.La revisión actualizada y lamentablemente oportuna de Caperucita Roja, acaso el más célebre de los cuentos populares, expresaba el espíritu con el que ayer numerosos famosos de la política y la televisión, así como profesionales cuentacuentos y representantes de varias ONG, contaron en la Casa de Vacas del Retiro desde las once de la mañana hasta las ocho de la tarde cuentos solidarios en la maratón organizada por Medicus Mundi. Aprovechando que hasta el 6 de enero la Casa de Vacas es una gran sala de lectura para niños por estar celebrándose el XXI Salón del Libro Infantil y Juvenil, Medicus Mundi decidió tomarla por un día para celebrar la Primera Maratón de Cuentos Solidarios.
"Es un acto de sensibilización", comentaba uno de sus miembros, "no, lucrativo, como solemos hacerlos para recaudar fondos para la organización. Un acto cultural que acerque a los niños la idea de que hay gente que trabaja desinteresadamente por los demás". El primero en contar un cuento fue el Alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y tras él casi medio centenar de cuentacuentos ocasionales fueron recreando sus particulares versiones de relatos más o menos famosos o creados para la ocasión.
'La Cenicienta'
Asunción Miura, directora general de la Mujer, hizo una reivindicación feminista de La Cenicienta. Periodistas como Raúl Heras, Alfonso Rojo, Concha García Campoy o Monserrat Domínguez; actores y actrices como Ana Otero, Pepe Sancho, Rosana Pastor o Pilar Bardem; Kim, la famosa azafata del Un, dos, tres; Juana Guinzo, voz imprescindible en añejas radionovelas; agrupaciones de cuentacuentos, como Jamacuco, Cacatua, Farfulla, Trégola o Cuantocuento, y ONG y asociaciones políticas, como Acción Contra el Hambre, Liga Pro-Derechos Humanos o el Frente Polisario, fueron dejando sus mensajes y sus cuentos ante las miradas, no siempre atentas, de los pequeños que celebraban ayer su primer día de vacaciones.Con la caras pintadas como tigres, algunos, y correteando de un lado a otro para hacerse con los libros llenos de colores y dibujos que exponían las editoriales o abstraídos por la enorme Caperucita de cartón piedra del escenario o por el castillo de la Bella Durmiente, los niños fueron los verdaderos protagonistas de una jornada tan intensa.
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