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Los belgas y los daneses, piensan que son los ciudadanos mas racistas de Europa

Luxemburgueses, portugueses y españoles, los más comprensivos con la inmigración

Una de dos, o el racismo está avanzando mucho en Europa o algunos ciudadanos tienen un sentido autocrítico muy desarrollado. Eso se desprende de la apabullante encuesta publicada ayer por Eurobarómetro, la institución comunitaria que pulsa el estado de opinión de los europeos. Según ese estudio, el 66% de los europeos admite que es algo racista. Las cotas de racismo confeso se disparan hasta el 83% en Dinamarca y el 81% en Bélgica. Los españoles no se sienten racistas. Sólo un 51% admite un cierto racismo y el 4% se declara "muy racista".

El racismo más drástico se da en Bélgica, un país de inmigración que acogió sin mayores problemas a italianos y españoles en los años cincuenta y que, coincidiendo con un declive generalizado de sus fuentes de riqueza de entonces -la siderurgia y la minería- tiene menos contemplaciones con los nuevos inmigrantes, los magrebíes y los centroafricanos del antiguo Congo belga. El 22% de los belgas se declara muy racista, el 33%, bastante racista y el 27% un poco racista. Sólo el 19% reniega de todo racismo.Algunos países escandinavos no están al abrigo de los sentimientos de xenofobia. El 83% de los daneses y el 78% de los finlandeses se reconoce racistas, un porcentaje que baja hasta el 58% en Suecia. Pero el racismo escandinavo es más suave que el belga. Sólo el 12% de los daneses y el 10% de los finlandeses se declara muy racistas.

No se sienten racistas

Portugal, España y el rico y minúsculo Gran Ducado de Luxemburgo, donde el 30% de la población es extranjera, son los países que salen mejor librados a sus propios ojos. Sólo el 2% de los luxemburgueses admiten su odio racial y sólo un 12% se declaran bastante racistas. En Portugal sólo el 42% de los encuestados confiesan cierto grado de racismo, una tasa que se eleva al 51% en España. En el caso español el 4% se declara muy racista, el 16% bastante, el 31 % algo y el 49% nada racista.Aunque Eurobarómetro relaciona las tasas de racismo con las expectativas de perder el empleo, ese dato se confirma en el caso belga, pero no en el español, pese a ser con mucha diferencia el país de la Unión con más alta tasa de paro. El 87% de los encuestados españoles admite que los inmigrantes están discriminados en el mercado de trabajo (algo que sólo admiten el 56% de los belgas o el 39% de los austriacos).

Sólo el 29% de los españoles y el 27% de los finlandeses cree que en su país se ha alcanzado ya el límite admisible de inmigración y que, si aumentara el número de extranjeros, eso se convertiría en un problema nacional. Una tasa de intolerancia muy baja comparada al 65% de la media europea o al 85% que alcanza Grecia, el 82% de Bélgica o el 79% de Alemania.

La gente mayor es más racista que la joven. Del total de encuestados europeos, el 38% de los mayores de 55 años se declara racista o bastante racista. Esa tasa desciende al 33% entre los mayores de 40 años, al 31% entre los mayores de 25 y al 28% entre los jóvenes de entre 15 y 24 años. No hay diferencias sustanciales, en cambio, entre lo que opinan los hombres y las mujeres ni el racismo es más intenso en la ciudad que en el campo.

[España tiene una baja cifra de población inmigrante: en cifras de 1996, alcanza las 540.000 personas de las que casi la mitad son ciudadanos de la UE, EE UU y Canadá. Frente a ello, Francia contaba ya en 1991 con más 3,6 millones de emigrantes de los que 2,1 millones eran no comunitarios y Alemania contaba con 4,8 millones de emigrantes de los que más de 3,5 millones eran no comunitarios.]

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