Los rusos quieren pagar su primer templo en España con ayudas a la importación

A los directivos de la Asociación Amigos de España se les ha metido entre ceja y ceja levantar en un terreno de 6.300 metros cuadrados, cedido por el Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga), el primer centro cultural y religioso ruso en España. Es un proyecto cuyo desarrollo exige reunir unos 15 millones de dólares (más de 2.200 millones de pesetas). Una cifra demasiado alta para que salga de los bolsillos de los miles de rusos que viven en la Costa del Sol o las decenas de miles que la visitan cada año.

Por eso, se pretende que el Gobierno ruso conceda unas ventajas a la importación de productos españoles que, fundamentalmente, consistirían en la reducción de las tasas aduaneras y del IVA.VIadímir Beniashvili, vicepresidente de la asociación, VIadímir Pletniov, director gerente, y el adjunto de éste, Andréi Koloskov, están convencidos de que no se trata de una utopía. Ya se ha avanzado bastante. Hay un proyecto arquitectónico, y pronto habrá dos para elegir, aunque será el patriarcado de la iglesia ortodoxa rusa, a la que se cederán las instalaciones en cuanto se terminen, quien tenga la última palabra, junto al Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga).

La maqueta permite contemplar cómo, sobre una amplia, parcela enclavada en una colina que da al mar, se levantarán una iglesia y un campanario de estilo bizantino, un hotel, una casa para el pope y su familia, una capilla con un manantial de agua bendita y un centro cultural de 2.000 metros cuadrados con biblioteca, salas de exposiciones y de conferencias, museo de la historia de la iglesia rusa y de las relaciones ruso-hispanas, y un restaurante de cocina rusa. El plan prevé un plazo de ejecución de tres o cuatro años.

Fruto del comercio

Como la asociación no puede desarrollar actividades comerciales, se ha creado una firma española, Mavot Export, para financiar el proyecto con la exportación a Rusia de productos alimenticios, medicinas, electrodomésticos y materiales de construcción, entre otros, "pero en ningún caso alcohol o tabaco", como pone de relieve Beniahvili. Además, el fruto de ese comercio se canalizará a través de una Fundación de Ayuda Financiera que se está constituyendo ahora y que presidirá el director artístico del teatro Bolshoi, VIadímir Vasilíev. Conscientes de que, en Rusia, los permisos de importación y las exenciones de impuestos han sido con frecuencia origen de grandes fortunas y de negocios sucios, los directivos de la Asociación Amigos de España insisten en que la operación no tiene ánimo de lucro, en que todas las operaciones serán transparentes y en que los fondos se depositarán en el Banco Central ruso. Sólo cuando haya que pagar las facturas a la empresa constructora se irán transfiriendo los fondos, previa autorización oficial.Según Beniashvili, el patriarcado ruso, con el papa ortodoxo Alexéi II al frente, respalda plenamente el proyecto y lo promueve ante las autoridades, aunque sin poner un rublo en él.

Buenos padrinos

"Sin ayuda del Gobierno ruso", añade, "no podríamos sacar adelante el plan, pero las perspectivas son buenas". Ya se ha discutido en la Comisión de Ayuda Benéfica y Técnica Internacional y se ha pasado la documentación a la de Ventajas Aduaneras. La Asociación tiene incluso a un héroe de la Unión Soviética (por partida doble) como presidente y algunos padrinos en las altas esferas. El viceministro del Interior Viadislav Selivanov asistió, por ejemplo, el pasado febrero, al acto celebrado en la parcela que marcó oficialmente la puesta en marcha del proyecto.Según Koloskov, el Ayuntamiento de Benalmádena y, muy especialmente, el alcalde, Enrique Bolín, tienen un fuerte interés en el plan. Y por un motivo muy concreto: para atraer inversores rusos, fundamentalmente en el sector inmobiliario, y salvar con los turistas llegados del frío la temporada de invierno. No debería ser muy difícil. Con temperaturas que superan los 40 grados bajo cero, el sol y el mar andaluces tienen que parecer una antesala del paraíso.