La necesidad de normalización

Es triste la ignorancia de la gente con relación a la pluralidad de lenguas y culturas del Estado español, pero aún lo es más que profesores universitarios promuevan prejuicios lingüísticos y, por tanto, la desaparición de idiomas minoritarios. Me refiero a Carlos Martínez Gorriarán, profesor de Filosofía de la Universidad del País Vasco, que escribió el artículo La anormal amenaza de la normalización, publicado el día 22 del pasado mes y al cual dirijo las siguientes objeciones:Para comenzar, confunde dos términos sociolingüísticos. En primer lugar, normativización, que es la fijación gráfica, gramatical y léxica de una lengua para conseguir una comunicación escrita eficaz entre sus hablantes. Al contrario de lo que dice, no es inherente a cualquier lengua. En segundo lugar, normalización, que es un proceso en el cual un idioma se somete a la normativización lingüística y, a continuación, consigue acceder a todas las filiaciones sociales hasta entonces reservadas a la lengua dominante. Ni es una tontería ni es absurdo, pues implica un proceso de defensa contra la pérdida de la identidad de un pueblo y el intento de solución de un conflicto para conseguir una situación lingüística y cultural normal. No implica coerción, chantaje o imposición, sino la concienciación, por una parte, de la gente vasca que conoce el euskera pero no lo habla preferentemente, y, por la otra, del resto de la población para que, por respeto, aprenda el idioma y se integre en la cultura que lo acoge. Esta concienciación se ha de llevar a cabo sin radicalismos de ninguna clase, pues, aparte de ser contraproducentes, violarían el derecho de libertad.

Para terminar, de lo dicho anteriormente podemos deducir que el proceso que se intenta llevar a cabo con el euskera, el gallego, el catalán (nuestra lengua), y con otras muchas lenguas que están bajo una verdadera amenaza de extinción, no tiene nada que ver con el terrorismo. ¿Por qué cada vez que se nombra al País Vasco se añade al lado ETA, como algo inherente a él, y se pretende hacer de este prejuicio el argumento comodín en asuntos en los cuales no tiene nada que ver? Euskadi es mucho más que la violencia de unos pocos, es otra cultura, y hay que defenderla.- .