La comisión de expertos propone un 10% de deducción general en el IRPF para el ahorro

La comisión de expertos a la que Hacienda ha encargado preparar la reforma del IRPF propone que todo el ahorro generado en cada ejercicio tenga una deducción única y. general del 10% en la cuota. Esta medida se aplicaría en el año 2000 y se estima que a ella se acogería un ahorro de 4,6 billones de pesetas. No incluiría la parte de la renta destinada a planes de pensiones. de empleo (en una empresa) o a bienes de consumo duradero. Por el contrario, se podrá practicar esa deducción cuando el ahorro se haya invertido en vivienda, fondos de inversión, planes de pensiones individuales, seguros de vida o cuentas bancarias. A cambio, desaparecen las deducciones actuales por estos conceptos.

La propuesta de los expertos, entregada al secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, se orienta a favor de un trato fiscal global para el ahorro. El esquema consiste en establecer una deducción única del 10% en la cuota del IRPF, que se practicará sobre la diferencia entre el patrimonio que se tenía al principio del ejercicio y al final del mismo. Es una ventaja que se aplica, por tanto, a la cantidad que se haya conseguido ahorrar durante el año respecto de la que se tenía al principio.El requisito es que ese patrimonio se haya realizado; es decir, "no se computarán las ganancias y pérdidas patrimoniales experimentadas durante el periodo impositivo por los bienes que al final del mismo sigan formando parte del patrimonio del contribuyente". En este sentido, se excluyen expresamente las plusvalías acumuladas y no realizadas en fondos de inversión o planes de pensiones, asÍ como la parte de la renta destinada a la compra de bienes de consumo duradero, como coches, joyas o ajuar doméstico.

El resto sí estaría incluido en la deducción del 10%. Por ejemplo, las cantidades destinadas cada año a la compra de vivienda, o a fondos de inversión, cuentas bancarias, seguros de vida o planes de pensiones individuales. No entrarían tampoco las aportaciones de la empresa al plan de pensiones de sus empleados, puesto que se considera que éstos no disponen previamente de esa renta.

Cuando se implante esa deducción en el año 2000 (declaración a presentar en junio del 2001), desaparecerán otras. En concreto, la que favorece a la vivienda, aunque se eliminará en dos fases. En una primera (año 1999, declaración en el 2000), los expertos proponen que tanto los intereses del préstamo hipotecario como su amortización se deduzcan en un 15% en la cuota del IRPF.En una segunda fase (año 2000, declaración en el 2001), es decir, cuando entre en vigor la deducción general del 10%,desaparecerá la del 15% y se pasará a ese 10%. También se eliminará en ese momento la deducción por seguros de vida y el beneficio por aportaciones a planes individuales de pensiones, que actualmente se deducen de la base imponibe.

Dentro de toda la reforma del IRPF (veasé EL PAÍS de ayer) que propone este grupo de expertos -dirigido por el catedrático de Hacienda Pública y director del Servicio de Estudios de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, Manuel Lagares- la fiscalidad del ahorro es una parte esencial y la que más debate ha provocado en la propia comisión.

El problema se plantea en el punto de partida, es decir, a la hora de determinar el patrimonio que puede acogerse a esa deducción del 10%. Un requisito es que, esa cantidad responda a renta generada en el ejercicio, de manera que no podrá incluirse aquella que se obtenga de una desinversión procedente de ahorro de años anteriores. Para ello, se requerirá una declaración especial del contribuyente, lo que puede añadir complejidad al sistema; es decir, lo contrario de lo que se pretende.

Otro problema es que esa deducción del 10% se aplicaría de manera uniforme, independientemente de que el titular tenga mayor o menor renta. Algunos expertos de la comisión han planteado por ello que así no se conseguiría el objetivo de fomentar más el ahorro para las rentas bajas, ya que las altas no suelen tener problemas al respecto. Pero si esa deducción se modula también supondría aumentar la complejidad.

Coste recaudatorio

El coste recaudatorio de la medida es pequeño en comparación con el máximo previsto para toda la reforma del IRPF (hasta 1,4 billones de pesetas). Los expertos calculan que la renta ahorrada que podría beneficiarse de la deducción del 10% ascenderá a 4,62 billones de pesetas, un 15,3% de toda la renta declarada.El importe bruto de la deducción sería de 462.100 millones de pesetas, pero al desaparecer la deducción por vivienda (357.261 millones de pesetas) y la reducción de la base por aportaciones a planes individuales de pensiones (29.860 millones de pesetas), el coste neto para Hacienda. o el ahorro fiscal para el contribuyente sería de 75.029 millones en un año.

A juicio de los expertos, esta reforma en la fiscalidad del ahorro provocará los siguientes efectos positivos: puede evitar que la rebaja que implica el nuevo IRPF alimente el consumo; inducirá a un mayor ahorro de las familias de forma permanente; ayudará a un control de la renta declarada, al obligar a presentar una declaración patrimonial; y eliminará la actual discriminación fiscal entre distintos instrumentos de colocación del ahorro.