Enrique González Macho: "Mi apuesta por el cine español ha merecido la pena"

Por primera vez desde su creación en 1980 el Premio Nacional de Cine se acordó ayer de la parte más oculta de la industria cine-matográfica. El galardón recayó en el distribuidor y exhibidor Enrique González Macho por su valiente y decidida defensa del cine español. Santanderino de 50 años, González Macho vio ayer recompensados los muchos años de lucha en el sector más comercial del cine, ése que posibilita el acceso a las películas de los espectadores. "Nunca tuvimos el listón tan alto. Mi apuesta por el cine español ha merecido sin duda la pena", confesaba ayer.

Los rostros famosos de directores y actores son los que - han acaparado hasta ahora los premios Nacionales de Cinematografía, instituidos en 1980 con la concesión al realizador Carlos Saura. Algún productor, guionista y director de fotografía ha visto también recompensado su trabajo con estos galardones, pero nunca había recaído en distribuidores o exhibidores. Enrique González Macho estaba ayer orgulloso y no tenía ninguna intención de ocultarlo. Fue mucha gente la que se alegró de corazón y le llamó para felicitarle. Desde su distribuidora, Alta Films, y las 60 pantallas de cine repartidas por el territorio español -las salas Renoir son su estandarte-, González Macho se ha distinguido por el cine independiente de calidad y su férrea defensa de las películas españolas. "Por primera vez se premia la parte comercial del cine,' la que está supuestamente oculta. En mi persona han premiado a un sector de los distribuidores y exhibidores que ha contribuido al gran éxito que vive el cine español, señaló González Macho, para quien este galardón " puede romper el tópico de que la parte comercial del sector cinematográfico está en contra de los productores".

Decisión unánime

El Premio Nacional de Cinematografía, que concede anualmente el Ministerio de Educación y Cultura, está dotado con cinco millones de pesetas. La decisión del jurado, presidido por el director general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales), José María Otero, fue tomada por unanimidad. "Este galardón está destinado a recompensar la aportación más sobresaliente en el panorama español del cine. González Macho apuesta de manera valiente desde hace años por el cine español y por su reconocimiento. Igual de importante que el sector de la producción es el conseguir que el cine español llegue a los espectadores y éste es el caso de González Macho", afirmó ayer Otero, quien puso como ejemplo más reciente la distribución y exhibición el año pasado de diez filmes españoles y de 14 títulos en lo que va de 1997.Padre de cuatro hijos, González Macho comenzó a trabajar muy joven en el sector de la producción, en el que trabajó casi doce años y produjo cerca de 60 películas. Se despidió con Los gozos y las sombras, serie realizada para Televisión Española, para penetrar en el sector de la distribución con la empresa Alta Films. Fue en 1986 cuando inauguró sus primeros cines Renoir en Madrid, dedicados a la exhibición de películas en versión original. Actualmente, González Macho posee 60 pantallas repartidas en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Palma de Mallorca, Guadalajara y Cuenca, así como participaciones en salas de Santander y Bilbao.

González Macho no sólo ama su trabajo. Lo encuentra apasionante. Sabe que es la parte más oscura de la industria cinematográfica, pero también pieza fundamental para el éxito del cine. Y sobre todo para los títulos españoles que tanto necesitan de tiempo y tesón para consolidar su éxito.

Hace unos días, González Macho insertó un anuncio en diarios españoles que decía, refiriéndose al cine español: "Nunca tuvimos el listón tan alto". Esta frase resume su filosofía y estado de ánimo. "Mi apuesta por el cine español ha merecido la pena. La realidad de hoy es que no sólo cinco películas españolas ocupan los primeros puestos en el ranking de los críticos, sino que el éxito de taquilla de nuestro cine es palpable. Por primera vez en muchos años, el público confía en el cine españoV, confiesa orgulloso González Macho.

Además de José María Otero, el jurado estuvo formado por el director de cine Antonio Giménez Rico, en representación de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); César Benítez, por la Academia de Cine; Tito Valverde, por la Unión de Actores; Primitivo Rodríguez, por la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE); José Antonio Villalba, en representación del sector de los técnicos; Carlos López, por los guionistas, y Marisa Paredes como última galardonada. Carmelo Romero, subdirector del ICAA, actuó de secretario.