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FALLECE EL LÍDER DEL EXILIO CUBANO

La muerte del empresario y político Mas Canosa deja un vacío irreemplazable en el anticastrismo

La muerte de Jorge Mas Canosa sumió ayer en un profundo duelo al exilio anticastrista de Miami, y en particular a su sector más intransigente. Mas Canosa, un empresario y político de 57 años de edad que soñaba con derrocar a Fidel Castro y convertirse en el primer presidente democrático de Cuba, sufría el mal de Paget, una enfermedad degenerativa de los huesos. Sus últimas palabras, horas antes de morir en su domicilio, fueron: "Adelante, adelante, hay que continuar en la lucha. He luchado la buena lucha y he mantenido la fé".

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'In memoriam'

Mas Canosa era un hombre que se había hecho a sí mismo. Luchador contra la dictadura de Fulgencio Batista y luego contra el castrismo, se exílió de Cuba en 1961 y se instaló en Miami sin un centavo. Allí comenzó a trabajar como repartidor de leche. Laborioso e inteligente, terminaría fundando una empresa de telecomunicaciones, MasTec, valorada hoy en 475 millones de dólares Mas Canosa y su hijo y heredero empresarial, Jorge Mas junior, figuraban en la lista de los diez hispanos más ricos de EE UU de la revista Hispanic Bussines.

Pero la principal aportación de Mas Canosa al exilio cubano de Florida fue su profunda comprensión de los mecanismos de la política estadounidense. Él, que siempre se consideró "un extranjero" en el país en el que vivió más de tres décadas, fue el arquitecto del denominado lobby cubano, que es, tras el judío, el más poderoso grupo de presión en la capital estadounidense. La piedra angular de ese lobby es la Fundación Nacional Cubano Americana, que Mas Canosa fundó en 1981 y ha presidido hasta poco antes de su muerte.

Lincohí Díaz Balart, parlamentario de Miami en el Congreso de EE UU, declaró poco después de conocerse la noticia: "Nuestro mejor tributo a Jorge Mas Canosa será en la lucha por la libertad de Cuba; lo más importante es mantener el embargo contra el Gobierno cubano".

Sus relaciones con España, en lo político, no fueron fáciles. Diferencias en el seno de la Fundación Hispano Cubana, creada en 1996, junto al Partido Popular le llevaron a abandonarla en junio pasado.

Mejor le fue en Washington. Mas Canosa tuvo relaciones particularmente estrechas con el Partido Republicano, al que ofreció buena parte de los votos de los cerca de 2 millones de cubanos residentes en EE UU y sabrosas contribuciones económicas.El hombre que anoche calificaban de "irreempjazable" las emisoras cubanas de Miami fue el padrino de toda una generación de políticos republicanos de origen cubano, como la congresista lleana Ros-Lehtinen. La voz de esa generación es de las más poderosas en la capital de EE UU. "Jorge Mas Canosa", dijo ayer Ros-Lehtinen, "sabía como navegar por el extraño sistema de poder de Washington; era un maestro en el arte de saber qué corazones y cabezas hay que atraer para tu causa si quieres que se escuche en el Capitolio y la Casa Blanca".

Mas Canosa fue el impulsor en la sombra de las principales medidas anticastristas de varios gobiernos y legislativos norteamericanos, entre ellas la ley Helms-Burton. El empresario y político fallecido ayer era también la gran figura detrás de Radio y Televisión Martí, que difunde informaciones y opiniones anticastristas en la isla caribeña.

Castro, Hitler y Sadam

Mas Canosa se oponía a cualquier diálogo o negociación con Castro, que comparaba sistemáticamente con Hitler y Sadam Husein. "Si no hubiera sido por Mas Canosa, muy probablemente EE UU hubiera tenido relaciones más o menos normales con La Habana, como las que tuvo con el Moscú comunista o tiene ahora con Pekín", dijo ayer Wayne Smith, un diplomático que encabezó la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana durante la presidencia de Jimmy Carter. Al igual que fue respetado también fue temido. Quienes cuestionaron sus puntos de vista, se ganaron sus ataques personales. "Voy a demostrar a los cubanos que eres un payaso y un cobarde", prometió Mas Canosa a Joe Carollo, hasta hace una semana alcalde de Miami.Su muerte abre una incógnita sobre el liderazgo en la Fundación Cubano Americana. Los potenciales sucesores son su médico, Alberto Hernández, y el hasta ahora presidente de la fundación, Francisco Pepe Hernández. El domingo, en una conferencia de prensa, dijeron que la decisión se tomaría mediante elecciones internas, pero que mientras tanto Alberto Hernández ha sido nombrado líder.

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