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Chernomirdin ordena que se investigue a su 'número dos' por corrupción

El primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin, ordenó ayer una investigación sobre los honorarios -66 millones de pesetas- que recibieron los autores de un libro sobre la privatización en Rusia, aún no publicado, entre ellos dos miembros del Gobierno: el primer vicepresidente del Gabinete, Anatoli Chubáis, y el titular de Privatización, Maxim Boiko. A la vez, el presidente Borís Yeltsin cesó a Alexandr Kazakov, primer vicejefe del Gobierno y coautor del libro que ha desatado un nuevo escándalo en torno al grupo de los jóvenes reformadores.

"Es un acontecimiento desagradable para el Gobierno", declaró Chernomirdin refiriéndose al escándalo protagonizado por Chubáis y un grupo de sus allegados. La Duma pidió el jueves al fiscal general que investigue el asunto, calificado por la Cámara como un soborno encubierto.Chernomirdin dijo que ni él ni Yeltsin tenían conocimiento hasta anteayer del libro ni de lo que se les había pagado a sus autores. El primer ministro señaló que nose le puede prohibir escribir un libro a nadie, "ni siquiera a los miembros del, Gobierno", pero que "todo debe tener límites razonables".

La primera víctima del grupo de autores de la inédita obra ha sido Kazakov, vicejefe de la Administración presidencial que, sin embargo, conserva su puesto de presidente del Consejo de Directores de Gazprom, el monopolio del gas ruso. El presidente no ha dado como razón del cese el escándalo desatado el jueves, porque entonces habría tenido que echar también a Chubáis y Boiko. Pero Alexandr Shojin, líder del grupo parlamentario progubernamental Nuestra Casa es Rusia, declaró ayer que la caída de Kazakov se debe precisamente a su participación en el libro, con lo cual el presidente "ha dado la evaluación moral de ese trabajo literario". Shojin no excluye que a este cese sigan los de los otros autores. Pero el problema está en que, según Shojin, "las personas que pueden caer en desgracia son figuras claves en la esfera de las finanzas, y cualquier cambio en esta esfera, en circunstancias de una crisis del mercado de valores que está en los umbrales de su segunda ola, es inoportuno".

Este argumento coincide con la opinión de uno de los personajes del que se dice que está detrás de las acusaciones contra Chubáis: Borís Berezovski, el multimillonario cesado recientemente como vicesecretario del Consejo de Seguridad a petición de los jóvenes reformadores. Berezovski podría organizar una campaña en los medios que él y su actual aliado, VIadímir Gusinski, controlan para cargarse a Chubáis; lo problemático es que, como el mismo magnate piensa, lo más probable es que las cosas empeoren para estos empresarios con la salida de su enemigo.

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