Todos los Inspectores de la ONU abandonan Bagdad tras la expulsión dictada por Sadam

Irak ordenó ayer la expulsión inmediata de los técnicos norteamericanos de Naciones Unidas que trabajan en la comisión de desarme. Ésta fue la respuesta contundente del Gobierno de Sadam Husein a Estados Unidos y al Consejo de Seguridad de la ONU, que menos de veinticuatro horas antes había aprobado la resolución 137 sancionando nuevamente a Irak por su política de reiterado bloqueo a las misiones de inspección internacional. Aunque la expulsión sólo afecta a los estadounidenses, el jefe del equipo, ordenó la salida de Bagdad de todos sus inspectores, cualquiera que sea su nacionalidad.

Los seis norteamericanos salieron a las 10 de la noche de ayer (hora peninsular española) de Bagdad por carretera en un convoy de tres coches en dirección a Jordania, después de que Irak se negase a que viajen hoy con sus compañeros del equipo. El resto de los inspectores, hasta el total de 78 que están en Bagdad, volarán hoy a Balirein.La "expulsión inmediata" de estos seis técnicos -cincoespecialistas en armamento y un sexto en logística- fue decidida por el Mando Supremo de la Revolución iraquí en una reunión celebrada la noche anterior bajo la presidencia del propio Sadam.

Poco después del anuncio de la expulsión, el jefe de la comisión especial de desarme de laONU, Richard Butler, ordenó desde Nueva York el regreso de todos los expertos, incluidos los de otras nacionalidades, entre la noche de ayer y hoy. Butler dijo que la medida sería temporal. El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, por su parte, emprenderá hoy desde Nueva York una gira que le llevará a cinco países árabes en los que explicará la postura de su país en esta crisis. Se trata de Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.

La orden de salida de los norteamericanos había sido oficialmente adoptada por el Consejo de la Revolución el pasado 29 de octubre, cuando estalló la crisis. Sin embargo, a petición del secretario general de la ONU, Kofi Annan, el régimen iraquí decidió aplazarla y congelarla por tres días, coincidiendo con la estancia en Bagdad de una misión diplomática negociadora, encabezada por el ex ministro de Exteriores argelino Lajdar Brahimi.

Sadam Husein con posterioridad decidió unilateralmente prolongar de nuevo el aplazamiento de la expulsión de los técnicos norteamericanos, mientras duró el debate sobre el conflicto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pesar de lo cual sus más íntimos colaboradores tuvieron especial cuidado en recordar constantemente a la opinión pública internacional que la expulsión de los técnicos norteamericanos era innegociable.

Irak mantendrá en pie la orden de expulsión de los técnicos "hasta que la Administración norteamericana y el Consejo de Seguridad de la ONU revisen sus políticas irresponsables con Irak y sus derechos y recurran al diálogo en vez de las amenazas y las advertencias de adopción de resoluciones injustas", según afirmaba ayer el Consejo de la Revolución.

Horas antes de que el Gobierno iraquí ordenará estas expulsiones, los técnicos en desarme habían intentado por décima vez en los últimos once días realizar sus tareas de inspección en las bases logísticas pero, como sucediera en los días precedentes, las fuerzas de seguridad les bloquearon el paso, afirmando que sólo los no norteamericanos podrían acceder a las bases.