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El Consejo de Seguridad debate la adopción de nuevas sanciones contra el régimen de Sadam

"Dénnos una oportunidad" dijo ayer el vicepresidente iraquí, Tarek Aziz, en la ONU, donde intentaba hacer oír la posición de Bagdad en su actual pulso con EE UU y la comunidad internacional. Aziz hizo esa petición después de que el vuelo sobre territorio iraquí de un avión espía norteamericano U-2 se hubiera desarrollado sin incidentes. La normalidad de ese vuelo retrasó la posibilidad de una acción unilateral estadounidense contra Irak. Pero las espadas seguían en alto y el Consejo de Seguridad comenzó a discutir anoche la adopción de nuevas sanciones contra el régimen de Sadam Husein.

El Consejo de Seguridad terminó su reunión hacia la 1 de la madrugada de hoy, hora peninsular española. En la sesión, a puerta cerrada, Kofi Annan, secretario general de la ONU, dio cuenta de la reunión que había celebrado horas antes con Aziz; los tres emisarios que envió a Bagdad la pasada semana presentaron su informe. Los miembros del Consejo discutieron informalmente respuestas a la actitud iraquí, pero no fue presentada oficialmente ninguna propuesta de resolución. Bill Richardson, el embajador norteamericano, informó de que quizá presente hoy una propuesta, que podría ser votada mañana, miércoles.Annan, según fuentes de la secretaría general, volverá a reunirse hoy con Aziz, presente en Nueva York, para reiterarle que existe unanimidad entre los miembros del Consejo sobre la urgente necesidad de que Bagdad retire su prohibición a la presencia de norteamericanos en los equipos de inspección de la ONU que velan por el cumplimiento del desarme iraquí en materia química, biológica y balística. Otras fuentes señalaron que Rusia y otros países insistieron en la reunión del Consejo de anoche en su oposición al uso de la fuerza o la amenaza de uso de la fuerza contra Irak para resolver esta crisis.

EE UU, según declaró Richardson, considera que el uso de la fuerza ya está autorizado, por resoluciones anteriores del Consejo. Los norteamericanos desean que este organismo adopte ahora esa acción contra Irak "muy fuerte y sin ambigüedad" que ha reclamado Bill Clinton.

Dadas las grietas en la coalición internacional creada durante la Guerra del Golfo -Rusia, China, Francia y algunos países árabes no desean un nuevo castigo bélico a Irak-, EE UU se conforma con que el Consejo endurezca hasta el límite y convierta en indefinidas las sanciones actuales contra el régimen de Sadam. También quiere la adopción de nuevas medidas. Entre ellas, James Rubin, portavoz del Departamento de Estado, citó la prohibición de que las autoridades iraquíes viajen fuera de sus fronteras.

Washington sigue reservándose la carta de una operación militar, como lo demuestra la suspensión anoche por William Cohen, secretario de Estado de Defensa, de su gira prevista para el miércoles a China y otros países asiáticos. Pero esta operación militar no se produciría hasta dentro de unos días, una vez que se hayan agotado todos los recursos diplomáticos de la ONU "El asunto prioritario es que el Consejo de Seguridad adopte esa resolución", dijo ayer Madeleine Albright en referencia a la prohibición de viajes al extranjero de los líderes iraquíes. Según Albright, Sadam se ha crecido por la falta de consenso sobre esa medida registrada el pasado mes, cuando EE UU la propuso al Consejo de Seguridad.

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Entrevista con Aziz

Antes del comienzo de la reunión del Consejo, Annan se entrevistó con Tarek Aziz. Según el secretario general de la ONU, Aziz no le dio ninguna muestra de que Sadam esté dispuesto a dar su brazo a torcer. El secretario general dijo que el Consejo de Seguridad sólo escuchará las quejas de Irak cuando ese país deponga su actual actitud de enfrentamiento con Naciones Unidas."Espero que no todo está perdido y que todavía dispongamos de algún margen de maniobra", dijo Annan tras su encuentro con Aziz. Por su parte, el vicepresidente iraquí declaró: "Estamos dispuestos a cumplir con nuestras obligaciones. No tenemos intención de entrar en conflicto con el Consejo de Seguridad. Pero deseamos que nuestras quejas y preocupaciones sean escuchadas y atendidas con justicia".

La jornada se abrió con la noticia de que el avión espía norteamericano U-2 que sobrevoló ayer territorio iraquí había regresado sin ser atacado.

Washington ha dicho que consideraría un "acto de guerra" cualquier hostigamiento a los U-2.

Clinton se declaró "preocupado" por la situación de los inspectores norteamericanos ya presentes en Irak y dijo que no abandonarán ese país mientras quede "una posibilidad de que puedan reemprender su trabajo".

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