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La firma de un acuerdo por el mayor sindicato disuelve el bloqueo de los camioneros franceses

El bloqueo de las carreteras que ha atenazado a Francia durante seis días quedó deshecho ayer después de que los piquetes de camioneros identificados con la central sindical mayoritaria, la CFDT, retiraran sus vehículos. Aunque el acuerdo con la patronal sólo fue firmado por la CFDT, que representa a un 19% de los trabajadores, y por la muy minoritaria CFE-CGC, los huecos en la espesa malla de barreras redujeron drásticamente la presión del bloqueo de forma inmediata. El primer ministro francés, Lionel Jospin, manifestó en Londres, donde asiste a una cumbre anglo-francesa, que su Gobierno se compromete a satisfacer "en tres meses" las indemnizaciones por los perjuicios causados a las empresas extranjeras.

Una sensación de alivio se instaló en los hogares franceses a la vista de las imágenes que mostraban a los camioneros saludando con sonoros bocinazos el acuerdo que para ellos pone fin a la huelga. En las horas siguientes, el dispositivo de barricadas fue desmoronándose como un castillo de naipes, si bien una parte de los huelguistas parecía dispuesto a resistir. A primera hora de la noche, habían desaparecido 120 de las 150 barricadas del mediodía, según el Centro Nacional de Informaciones de Carreteras.Para desahogar las carreteras, el Gobierno anunció que permitirá hoy, en contra de lo habitual, la circulación de los transportes internacionales. El primer ministro, Lionel Jospin, que asiste en Londres a una cumbre anglo-francesa, aseguró que las demandas de indemnización interpuestas por los conductores extranjeros perjudicados por el bloqueo serán atendidas en un plazo "máximo de tres meses". En cuanto al pago de las indemnizaciones por la huelga de noviembre de 1996, aseguró que se abonarán "lo más rápidamente posible".

Camino de vuelta

Nada más anunciarse el acuerdo, no muy diferente en lo esencial al protocolo alcanzado el domingo último, horas antes del inicio de la huelga, los piquetes levantaron las gigantescas barricadas que cerraban el paso vital de Calais y decenas más que bloqueaban a lo largo de Francia puntos neurálgicos de las carreteras, grandes depósitos de carburantes y áreas industriales.Al calor de la convivencia de estos días entre camioneros atrapados y miembros de los piquetes, un grupo de camioneros españoles convidó a una paella gigante a los sindicalistas de Fuerza Obrera (FO) que aún les mantenían ayer inmovilizados.

Tras seis jornadas intensas y fatigosas, pasadas a pie de carretera, lejos de casa, con pocas horas dedicadas al sueno, puede pensarse que la iniciativa de los camioneros de la CFDT acabará por minar la determinación del resto de los huelguistas.

La perspectiva de un desmoronamiento completo del dispositivo de barricadas tropieza, sin embargo, con la airada reacción de los sindicalistas de FO y la CGT (comunista), que suman una representación del 24%. Ninguna de estas centrales, como tampoco lo hicieron el pequeño sindicato CFTC y la FNCR, que agrupa a los conductores autónomos, estuvo siquiera presente en la reunión del Ministerio de Trabajo que rubricó el acuerdo a un mes de las elecciones sindicales en el sector.

Airada resistencia

Lejos de atender los llamamientos efectuados por los firmantes y por el ministro de Trabajo, el comunista Jean Claude Gayssot, apoyado ayer por el secretario general del Partido Comunista francés, Robert Hue, los sindicalistas de FO y de la CGT, denunciaron a coro "la traición" de la CFDT, a la que cubrieron de descalificaciones. "La reunión no ha existido y por lo tanto,- tampoco el acuerdo", declaró Roger Ponetti, de FO, antes de anunciar que su sindicato está dispuesto a retomar el diálogo el próximo miércoles. Todo apunta a que los cuatro sindicatos que rechazan el texto quieren mantener las barricadas a lo largo del fin de semana y del puente festivo del martes, día del Armisticio. Pretender volver a sentar a la mesa de negociaciones a la huidiza patronal UFT parece en principio un objetivo sumamente ambicioso, como el intento de recuperar estos días las medidas de presión que el sindicato mayoritario abandonó ayer.Para evitar un nuevo retroceso y disolver cualquier atisbo de duda, el ministro de Transportes anunció que publicará una orden para que el acuerdo logrado ayer sea aplicado de manera inmediata al conjunto de las empresas del sector.

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