¿Debe pedir perdón la Iglesia por la guerra civil?

Así titulaba el señor obispo Ramón Echarren su artículo aparecido en EL PAÍS del domingo 26 de octubre de 1997. En él se duele de que haya españoles que apoyen tan descabellada petición. Con su permiso, yo me voy a ir un poco más lejos. Creo que la Iglesia española debería pedir perdón al pueblo español por no haber cumplido con su deber de educarlo bien y cristianamente.Durante siglos, la cultura y la educación españolas estuvieron bajo el control absoluto de la Iglesia, gracias a lo cual tenemos el dudoso honor de haber atesorado el mayor índice de analfabetismo del continente europeo (del 75% al 80% a principios de siglo) y conformar la sociedad más cainita y más intransigente. Este espíritu cainita queda de manifiesto cuando el señor obispo se refiere a las víctimas de la guerra. La Iglesia, más que nadie, debería recordar indistintamente a todos los muertos. Sin distinguir en qué bando cayeron, todos fueron víctimas, y no hay que olvidarlos, como tampoco podemos olvidar quiénes empezaron y provocaron las matanzas, aunque la Iglesia se haya apresurado a perdonarlos.

Lo que sí me encantó fue su respeto por la democracia. Ahora sabemos cuántos sacerdotes votaron sí y cuántos no a la proposición de pedir perdón al pueblo español, y ya puestos en el camino de. la democracia y el conteo, quizá fuera bueno publicar cuántos españoles votaron por la pluralidad, la democracia y la libertad, y cuantos por la represión y la tiranía, en 1936, por ejemplo...-