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El museo' "mediterráneo" de Moneo en Estocolmo abre la capital cultural de 1998

Un millar de programas dispersa una oferta en todos los campos artísticos

El Museo de Arte Moderno de Estocolmo, proyectado por el arquitecto Rafael Moneo, se sitúa en el centro de las actividades de la capital europea de la cultura 1998, con un total de 1.020 programas que van a consumir un presupuesto de 9.200 millones de pesetas. "Es un museo flexible con unos espacios muy hermosos; a mí me parece un museo mediterráneo, por la intervención de la luz" declara su director, el británico David Elliot. La ciudad sueca se prepara para cumplir los objetivos de la Unión Europea, como fomentar la participación en la vida cultural.

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Estocolmo 98 comenzará con una fiesta en el Ayuntamiento de la ciudad, en, el mismo escenario de la entrega de los premios Nobel, pero el 14 de febrero completará su red de ofertas culturales -60 museos y 70 teatros- con la apertura del Museo de Arte Moderno, proyectado por Rafael Moneo tras ganar un concurso en 1991. Situado en la isla de Skeppsholmen, el museo incorpora también el Museo de Arquitectura tras la rehabilitación de unos edificios cercanos."El de Moneo es un museo mucho más democrático que el de Gerhy en Bilbao", dice su director, David Elliot, de 48 años, durante una visita al edificio en obras de un grupo de periodistas europeos, con motivo de la presentación del programa de Estocolmo como capital europea de la cultura en 1998. Elliot se identifica con los nuevos espacios funcionales, con una arquitectura que sirva para exponer obras de arte y no un edificio estrella. "En los años sesenta, el Pompidou de París fue el sueño de la socialdemocracia para el pueblo y ahora el Museo Guggenhem Bilbao es otra fantasía para la regeneración de un país".

En el último año, David Elliot ha seguido con Moneo -ilocalizable ayer en Los Ángeles, donde proyecta una catedral- la construcción y el funcionamiento del museo, un espacio de 20.000 metros cuadrados, con un presupuesto de 8.000 millones de pesetas.Con fachadas a dos lados de la isla, oculto entre árboles y edificios que pertenecieron hasta los años sesenta al Ejército sueco, los lucernarios del museo no alteran el paisaje, dominado entre la naturaleza por el remate de la torre de la iglesia.

Lucernarios

Moneo se ha identificado con el urbanismo de la ciudad e incluso con el carácter de los suecos, dicen los que han conocido sus estancias en Estocolmo, sus discusiones con los políticos (sobre el color de las fachadas o los ventanales de las salas) y los encuentros con grupos de ciudadanos, que han visto en Estocolmo otras intervenciones agresivas.Los lucernarios identifican el perfil del museo, una imagen que Moneo ha proyectado en el aeropuerto de Sevilla y en especial en el Museo Thyssen, de Madrid. Los lucernarios más verticales, con un seguimiento de la luz para inundar las salas de exposiciones junto con iluminación artificial, ocupan el centro de los lugares expositivos, y otros más bajos extienden una sala de 1.100 metros cuadrados para las muestras temporales.Largas galerías de cristal y madera dan acceso a las salas. Color crema para las salas, pavimentos y paredes de madera; color teja en el exterior y metal en la zona pública de restaurante, con terraza hacia el agua, los barcos, los árboles y los edificios. El estudio de Moneo también ha proyectado el interior y el mobiliario, desde lámparas a butacas. El museo se mueve hacia abajo desde la planta principal, donde se encuentran diversos servicios como un auditorio para 450 personas, una sal a de cine y otras dedicadas a actividades didácticas. Los dos museos preparan la selección de sus fondos, que han influido en el programa de Moneo. David Elliot no conoce todavía el número piezas para la colección permanente entre las 6.000 pinturas y esculturas que ilustran una historia del arte de este siglo (donde figuran Picasso, Miró y Tápies) y otra colección de arte sueco. 'En el pabellón demolido del antiguo museo se expuso en 1956 el Guernica. En el de arquitectura se va a presentar la historia de la arquitectura en Suecia y su archivo do cumental. Como exposiciones temporales, la primera estará dedicada al tema Heridas, entre la democracia y el arte contemporáneo, y seguirá otra dedicada a Joan Miró como creador de mundos, en colaboración con la Fundación Miró.

El proyecto inicial de Rafael Moneo ya define una arquitectura discontinua y quebrada, "como la ciudad de Estocolmo", que responda a los delicados alrededores y que no caiga en la tentación de la monumentalidad. Considera clave la mezcla de sala s cuadradas y rectangulares con, un techo piramidal para distribuir la luz.

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