Más pateras

DE NUEVO la tragedia: al menos siete muertos en una patera que naufragó cerca de Tarifa y diez desaparecidos. Todos tenían entre 25 y 40 años, la edad de trabajar; esperaban, sin duda, mejorar de vida y escapar del círculo de miseria al que se encuentran sometidos en sus países. Son muchos los que parecen dispuestos, previo pago de más de 100.000 pesetas, a cruzar el Estrecho en embarcaciones peligrosas: sólo en Andalucía han sido detenidos este año más de 5.000 inmigrantes ilegales. Y se han recuperado unos 70 cadáveres.Frenar estos éxodos desesperados exige mucho tesón. Vigilancia por parte española y una mayor cooperación por parte de Marruecos y los otros países de la zona para impedir que zarpen estas barcazas, y para luchar contra las redes mafiosas que sacan provecho del impulso de muchos africanos para afincarse en tierras europeas con la esperanza de encontrar trabajos en los que los explotan, pero en los que ganan diez veces más que en sus propios países. También en Europa y en España hay que combatir a los que se aprovechan del trabajo de estos inmigrantes ilegales, y reforzar la colab oración entre las dos partes del Estrecho.

Pero, al cabo, todas las medidas de control y represión no bastarán mientras se agranden las diferencias económicas entré una orilla y otra del Mediterráneo. La expectativa real y terrible es que el número de pateras -y, por tanto, de accidentes- aumentará. La solución -cara, difícil y a largo plazo- implica ayudar a esos países a desarrollarse. De otro modo, vendrán cada vez más, incluso arriesgando sus vidas.