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Entrevista:

"Quiero cambiar Europa"

Pregunta. El Reino Unido ha votado por el cambio político, pero, ¿no busca este país algo más?Respuesta. Desde luego. Pensaba que lo mínimo que la gente quería era un cambio en el Gobierno. Pero, de hecho, la gente perseguía algo mucho más grande que eso. La victoria es una expresión del hecho de que ha llegado una nueva generación que no tiene la actitud anticuada del pasado. Hay una curiosa mezcla de optimismo hacia el futuro y de conciencia de que el viejo estilo británico de hacer las Cosas no va a ser suficiente. En el país hay ahora una profunda sensación de confianza que procede del hecho de haber descubierto cuál es nuestro papel en el mundo.

P. ¿Y cuál es ese papel?

R. Es ser creativo e innovador. Mi generación opina que necesitamos una economía emprendedora y muy creativa, pero también quiere educar a sus hijos en una comunidad que tenga fuertes vínculos sociales entre las personas y en la que se reconozca el sentido del deber y del compromiso con los demás. Quiero una sociedad que sea multicultural. Quiero una sociedad en la que las mujeres se sientan absolutamente iguales a los hombres. Por así decirlo, el cambio cultural en el país ha encontrado su expresión en la política.

P. ¿Qué puede decir del papel del Reino Unido en el mundo?

R. Ya no vamos a tener el mayor ejército del mundo. No tenemos un imperio, pero tenemos una serie de relaciones que, si se utilizan correctamente, nos convertirán en un país esencial, tanto en el caso de los vínculos con EE UU como en el seno de Europa, de la Commonwealth o de Naciones Unidas. Para conseguir todo esto hay que utilizar los puntos fuertes de nuestra historia para construir el futuro. No podemos fingir que el imperio ha vuelto porque no es verdad. Mi generación ha superado todo eso. Mi generación se ha reconciliado con la historia. Cuando veo la pompa del Reino Unido me parece estupendo, pero no define la situación actual del país. La idea de una identidad británica moderna no es desplazar el pasado, sino rendirle homenaje poniendo en práctica sus mejores características en el -mundo de hoy.

P. ¿Qué nos. dicen sobre el Reino Unido de hoy las profundas muestras de dolor que se produjeron a raíz de la muerte de la princesa Diana?

R. Dijeron poco de nuestra política, pero mucho de nuestro carácter. Para muchas personas, la princesa Diana encarnaba la idea de alguien que podía tener un éxito y un atractivo inmensos, pero básicamente una persona compasiva y decente que estaba dispuesta a dar su tiempo y su energía a otras personas. Para muchos jóvenes era un símbolo de lo que les gustaría ser.

P. ¿Cómo espera que cambie la monarquía después de la muerte de Diana?

R. La monarquía ya ha cambiado muchísimo y no me cabe duda de que seguirá cambiando. Lo considero parte de la herencia británica con la que, como primer ministro moderno, me siento cómodo. Es un error pensar que en el momento de la tragedia de la princesa Diana ha bía un sentimiento antimonárquico. No creo que lo hubiera. La monarquía hizo todo lo que pudo en circunstancias ex tremadamente difíciles.

P. ¿No se corre el riesgo de que, si la familia real se involucra en asuntos de interés social, pueda ser acusada de tomar partido políticamente?

R. La labor que hizo la princesa Diana indica que se puede hacer. El príncipe Carlos ha trabajado muchísimo en el campo de la pobreza de las ciudades. Eso es algo que la gente -respeta mucho.

P .¿Es posible seguir siendo compasivo y, al mismo tiempo, reformar el estado de ienestar?

R. Después de la Depresión, todos desarrollamos la idea de que el gobierno proporcionaría determinadas cosas a la gente y que pagaríamos impuestos para financiarlo. En EE UU fue el New Deal y en Europa el estado de bienestar. Pero ahora nos encontramos con que el conjunto de la sociedad ha cambiado. La cuestión es cómo conservar esos valores de comunidad y de justicia social que la gente considera como parte de su herencia del pasado sin obligarla a pagar demasiados impuestos y sin reprimir su iniciativa.

P. ¿Hay una tercera opción entre el capitalismo puro de EE UU y el estado de bienestar abotargado de Europa?

R. Sí, hay una tercera opción EE UU, con la Administración de Clinton, intenta conseguir esto.En la primera mitad del siglo, para mucha gente la respuesta era el Estado. Era la respuesta adecuada para ese periodo. Entonces llegó la derecha y dijo que la respuesta era deshacerse del Estado. La esencia de la tercera opción es decir que el papel del Estado es organizar y garantizar las prestaciones, en lugar de financiarlo todo. Por ejemplo, con la reforma de las pensiones, la gente tendrá que aportar un porcentaje mayor de su independencia económica, pero el Estado tendrá que organizar ese sistema

P. ¿Cuál es la actual postura del Reino Unido acerca de la participación en la Unión Económica y Monetaria Europea?

R. Nuestra postura está muy clara: no hay ningún obstáculo constitucional insuperable para nuestro ingreso en una unión monetaria, pero nos parece que la cuestión es si eso redunda en nuestro beneficio desde el punto de vista económico. Como la postura británica en el ciclo [economico] es diferente de la de otras economías europeas, no es probable que ingresemos en la primera ronda, pero mantendremos abiertas nuestras opciones. Para nosotros es y mejoresa libertad, pero comprendo por qué otros países consideran que [el ingreso en la moneda única] es una prioridad básica para ellos.

P. El Reino Unido ha batido el récord a la hora de perder el tren de Europa. ¿No está ocurriendo otra vez lo mismo en el- tema de la Unión Monetaria Europea?

R. [Durante el último Gobierno], hubo muchas dudas sobre cuál debía ser el papel del Reino Unido con respecto a Europa. Pero en lo que respecta a este Gobierno no hay la menor duda: queremos ser una parte clave y esencial de Europa. Esto no quiere decir que se vayan a adoptar posturas opuestas a los intereses nacionales con tal de conseguir ese objetivo, pero significa que sacaremos el máximo provecho de Europa para el Reino Unido. La razón por la que quiero ser una parte esencial es que quiero cambiar Europa, que está demasiado paralizada por la burocracia y la legislación. La Política Agrícola Común es, francamente, un desastre y debe cambiar. Estas son cosas que podemos conseguir si fórmamos parte de Europa. Evidentemente, la unión monetaria es el gran proyecto para casi todos los demás países de Europa. Pero debemos contribuir a elevar el nivel de vida de la gente en Europa.Hay dos tipos de Europa: hay una Europa de la gente y una Europa de los burócratas. Debemos luchar por el bien del consumidor europeo.

P. A pesar de su afinidad personal con Bill Clinton, teme algún roce entre Estados Unidos y Europa a medida que los temas de segundad vayan perdiendo importancia y la rivalidad comercial pase a un primer plano?

R. Siempre existe ese peligro en ambos lados del Atlántico, pero soy un creyente absoluto y convencido de la relación transatlántica, no sólo entre EE UU y el Reino Unido, sino entre EE UU y Europa. Es vital para cuestiones de defensa -como se demostró efectivamente Bosnia- y es vital para temas como el comercio en los que tenemos que ser todo lo abiertos y libres que sea posible. Una de las diferencias entre la derecha y el centro-izquierda es que nosotros estamos en condiciones de estar en contra del aislamiento y a favor de la participación. Sería trágico que FE UU se volviera partidario del aislamiento y pensara que no tiene un enorme interés estratégico en Europa, porque lo tiene. Tomemos Bosnia como ejemplo. Hay gente en EE UU y en otros lugares que se preguntan por qué estamos ahí. Si EE UU y el Reino Unido no hubieran estado ahí, habría habido una catástrofe.

P. ¿Para qué necesitaba EE UU garantizar los acuerdos de Dayton ? Bosnia era problema de Europa.

R. Porque EE UU tiene un sentido estratégico muy claro de su propia responsabilidad y de la responsabilidad del mundo. Eso es algo que el Reino Unido, comparte. Esa es la razón por la que EE UU y el Reino Unido trabajan estrechamente en estos temas..

P. ¿Cree que Occidente en general está cumpliendo con su responsabilidad a la hora de facilitar la entrada de Rusia en el nuevo orden mundial?

R. Sí, creo que sí. Estamos fomentando enérgicamente el proceso de reforma económica. Me gustaría ver la creación de lazos comerciales y de inversión no sólo entre el Reino Unido y Rusia, sino entre Europa y Rusia. Al fin y al cabo, la clave está en impulsar la economía de Rusia, porque el pueblo ruso está convencido de la necesidad política de cambio y de reforma, pero tiene que estar convencido de las Ventajas económicas que la reforma traerá consigo.

P. ¿Hay perspectivas reales de alcanzar un acuerdo de paz en Irlanda del Norte ?

R. Cualquiera que se muestre incautamente optimista con respecto a Irlanda del Norte no es un estudiante de historia. Pero sigo siendo prudentemente optimista, porque creo que las circunstancias en las que estamos intentando alcanzar un acuerdo son bastante diferentes de las que había antes. En primer lugar, la República de Irlanda ha de Irlanda ha dejado bastante claro que el consentimiento del pueblo de Irlanda del Norte es capital. Y en segundo lugar, en Irlanda del Norte, al igual que en el resto del mundo, se está produciendo un cambio generacional. La gente tiene ante sí una elección sencilla: se puede alcanzar un acuerdo hoy basándonos en unas líneas generales que son bastante evidentes y permitir a la gente de Irlanda del Norte llevar una vida normal, o se puede volver a toda la sangre, la muerte y la destrucción. La mayoría se da cuenta de que en una generación sólo se tiene una oportunidad para cambiar esto. Si la oportunidad se aprovecha, estupendo; si no, tus hijos se criarán como te criaste tú.

Esta entrevista ha sido realizada por Christopher Redman, director atlántico de Time, James 0. Jackson, subdirector atlántico, y Barry Hillenbrand, jefe de la corresponsalía en Londres.

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