_
_
_
_

Un centenar de fotogramas y obra experimental de Moholy-Nagy se exponen en Madrid

Los experimentos con la luz, una de las facetas del artista

El Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid, presenta hoy la exposición László Moholy-Nagy. Fotogramas 1922-1943, un centenar de trabajos y experimentos sobre la fotografía sin cámara realizados por Moholy-Nagy (1895-1946) en Berlín, dentro del grupo de la Bauhaus de Weimar y su exilio en Londres y en EE UU. "El artista quería conseguir un efecto abstracto con objetos cotidianos", declaró ayer Catherine Coleman, coordinadora de la muestra.

La colección completa de los fotogramas de Moholy-Nagy, hasta catalogar 430 piezas, se mantuvo durante 50 años, tras ser depositada en la Nueva Bauhaus de Chicago, hasta que fue subastada en 1994 y adquirida por el Centro Pompidou y el Museo Folkwang, de Essen (Alemania). Una selección de los fondos de estos dos centros se acaba de presentar en la Fundación Tápies, de Barcelona, de donde se ha trasladado al Reina Sofía la parte correspondiente al museo alemán.En la exposición han colaborado estas cuatro instituciones, a las que se une el Instituto Alemán, con el pase, el 6 de noviembre, de un documental sobre el pintor, escultor, fotógrafo, cineasta y diseñador, en el que se mostrará material inédito, presentado por su director, Jens Schmohl. Como actividades paralelas, la comisaria de la muestra, Ute Eskildsen, pronunciará mañana, a las 19.30, la conferencia Hacia la fotografía moderna.. La práctica fotográfica en la Alemania de la posguerra, y en la misma sala se proyectan siete películas de Moholy-Nagy realizadas entre 1926 y 1936. También figuran los libros teóricos realizados en la Bauhaus y sus fotografías sobre Berlín.

Con un montaje "menos dramático", según la coordinadora, se han agrupado los fotogramas con los principales lugares de producción, como Berlín (durante los años 1922 a 1928), el periodo de la Bauhaus, entre 1923 y 1928, y sus estancias en Londres (1935-1937) y Estados Unidos, de 1937 hasta 1946.

Catherine Coleman señaló ayer sobre la naturaleza polifacética de sus trabajos que el artista "se resistía a fijar su obra en el tiempo", ya que no titulaba ni fechaba sus fotogramas. "Pensaba que eran manifestaciones objetivas dotadas de validez permanente. El movimiento, la luz y la velocidad son los aspectos de sus investigaciones en el taller, con experimentos sobre papel fotosensible, que no tienen relación con sus fotografías de calle, donde analiza otros aspectos como la fragmentación del espacio y la perspectiva". Las distintas etapas se diferencian por las técnicas y los formatos empleados, desde un inicial papel ennegrecido a la utilización de los objetos con la manipulación de la luz.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_