Flotats estrena su montaje de 'La gaviota' con Espert y Ariadna Gil
Josep Maria Flotats, director del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), presentó ayer en Barcelona el montaje de La gavina (La gaviota), de Chéjov, que él mismo dirige y en el que también interpreta uno de los papeles principales. Flotats no quiso hablar de su despido -deberá dejar el TNC al finalizar la temporada, tras el enfrentamiento con el Departamento de Cultura de la Generalitat- o de cualquier asunto relacionado con la polémica que vive la escena catalana. "Hoy toca hablar de Chéjov", estableció Flotats, y lo hizo, hablar de Chéjov, prolijamente. Hubo, pues, que buscar en Chéjov, y en La gavina, referencias a la situación por la que atraviesa el director. Las hay, ya que, según destacó el propio Flotats: "Chéjov habla de la dificultad de la creación y de las dificultades del creador con la sociedad en la que vive". Para el director, además, los personajes del autor ruso "son mariposas que chocan contra el cristal de la vida". El espectáculo se estrena hoy en la sala Gran del TNC.
La gavina (Chajka, 1896), una de las grandes obras del repertorio mundial, reflexión apasionada sobre el arte y la vida, se estrena esta noche en medio de una gran expectación. Núria Espert (Arkadina) y Ariadna Gil (Nina) son las principales protagonistas del montaje, que cuenta con escenografía de Ezio Frigerio y vestuario de Franca Squarciapíno."Vitalidad extraordinaria"
El director explicó que el montaje se ha centrado en la idea de "no perder energía". De "luchar contra el pecado de muchos montajes de obras de Chéjov que piensan que es romántico, lento, y algo blando. Al contrario, digo, yo, los personajes de Chéjov tienen una vitalidad excepcional, unas ganas de vivir extraordinarias. Por eso he querido estos pura sangre [los actores]. Son indispensables pura sangre para hacer Chéjov. Quizá no deberán galopar, pero su clase se nota bajo el vestido, en la piel".
"Estoy felicísima. Llevaba demasiado tiempo sin actuar en catalán", dijo Núria Espert. "Y hace mucho que quería hacer Chéjov. No entiendo por qué no hice el papel de Nina cuando me correspondía, ahora me da mucha rabia. Es precioso el TNC, preciosa la compañía. Estoy relajada y feliz. Salgo de una época triste de mi vida, y encontrarme con Flotats, que lleva a los actores como un ramo de flores frágil, me ha sentado muy bien. La vida me ha llevado a un repertorio dramático duro; aquí, en cambio, me siento llena de gozo al acabar la función. Siento que estoy donde debería estar".
Ariadna Gil manifestó que tuvo muchas dudas antes de aceptar el papel. "Me sentía muy insegura, he hecho poco teatro y es una obra muy difícil. Pero Flotats me convenció, y he aprendido muchísimo". Espert apuntó con cariño: "El primer día ni se la oía de tan asustada que estaba; parecía más un gorrión que una gaviota".
Babelia
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