Historia de "Roma, ciudad abierta"

. En 1983 el famoso guionista Ugo Pirro, sobre todo conocido por sus colaboraciones con el director Elio Petri, publica Celuloide, un excelente reportaje, en forma de novela, sobre los orígenes del neorrealismo tras la II Guerra Mundial, el paso de los alemanes por Italia y 20 años de fascismo encabezado por Benito Mussolini. Así como el triunfo de la Democracia Cristiana frente al Partido Comunista en las primeras elecciones democráticas italianas de 1948 con la ayuda de la genial frase publicitaria "Dios te ve; Stalin, no".

Doce años después, el tan prolífico como desigual guionista y realizador Carlo Lizzani, tras permanecer cuatro años apartado de la realización de películas para dirigir la Mostra de Venecia, vuelve al cine activo para convertir Celuloide en una producción de gran interés con la colaboración en el guión del propio Ugo Pirro, además del famoso guionista Furio Scarpelli y él mismo.

La habilidad del trabajo de Carlo Lizzani consiste en haber sabido simplificar Celuloide hasta reducirla a la peculiar manera en que el guionista Sergio Amidei y el director Roberto Rossellini consiguen hacer Roma, ciudad abierta (1945) en medio de un. país devastado por la guerra, donde se sigue luchando contra los alemanes, pero también en haber logrado una película de doble lectura.

Auténticos personajes

Una producción dirigida a aquéllos que saben quiénes son los auténticos personajes reales convertidos en personajes de ficción gracias al hábil juego dramático de Giancarlo Giannini como Sergio Amidei, Massimo Ghini como Roberto Rossellini, Lina Sastri como Anna Magnani y Anna Falchi Como María Michi. Sin embargo, también comprensible por aquellos que no saben quiénes son y sólo ven a un grupo de personas que, al final de la II Guerra Mundial, lucha por hacer una película en la que cree.Carlo Lizzani emplea fragmentos de la propia Roma, ciudad abierta, algunos documentales de la época y fotografías, pero sobre todo se concentra en narrar cómo la amistad entre un guionista comunista y un director católico, gracias a la típica habilidad mediterránea para moverse en situaciones hostiles, les lleva a hacer una de las obras maestras del cine italiano, una de las grandes películas del neorrealismo que cambia el curso de la historia del cine a finales de los años cuarenta.

Dado que, por simples problemas temporales, la película Celuloide sólo es una parte del libro Celuloide editado en España en 1990, una amena, divertida y muy bien informada historia novelada de los orígenes del movimiento neorrealista.